Afecto Absurdo Por Ti
a una muy buena idea de
espedida". Habiéndole dado una mirada a Nina, el chico se dio la vuelta para irse,
e hablar, sonrió con algo
ndescifrable, puesto que cada vez que veí
derramó accidentalmente la sopa a ella en la mano. Él pidió una segunda sopa con
dio cuenta de que no pod
e Isabella, quien no negó lo
de ira s
el foro, usando la primera para hacer la difamación de forma
lla había sube
WeChat para consolarla, esta solo pens
fuese eliminada, pero de repente se le ocurrió una idea. Mientras
e invitarte a cenar", le escri
usta f
bién soy buen
cabello y sacó un pequeño espejo circul
olso y se dijo a sí misma:
en sus tacones altos y cargando un pequeño bolso. Solo había algunos edificios algo feos y el l
le?". De vez en cuando pasaba un niño completame
a terr
eso, ella caminaba impaciente, tapán
costumbrada a comer en un lugar tan misera
ondida en un rincón con varios hombres
e una buena paliza sin matarla. Les daré el
lema!", asint
esta, ella sacó su telé
a punto de comenzar y tenía
y la gente dentro de este también
Tiene una historia de más de 800 años. Si compramos esta área, podemos integ
royectos en sus manos, Hen
hay cuatro líneas de metro que pasan, por lo que el transporte es muy conveniente. Junto
respuesta, el chico se acomodó los le
frunciendo el ceño y
or Sh
estaban fijos en la pantalla y no
e solo guar
o puedo tomar la dec
a hablarle, él no quiso m
grabando algo con su celular. Enseguida sus oj
ba hacien
r a otro
n la estaba obse
s dos eran el mism
¡Ayuda!", gemía Isabell
a pronunciar una oración completa. Ella agitaba las manos y
nte años, ¿cómo podría igualar
ía ninguna posibilid
stedes? Por fav
to suplicaba, nin
era que Nina la estab
métodos para tratar con la gente,
a calumniado a sus espaldas, ell
staría
ejando a un lado su teléfono, se puso de pie y señaló al
mediato y se dieron la vuelta para encontrarse
arle un premio por su
donaran el lugar lo antes posible y corrió hacia Isabella, quien seguía llorando. "¡
todavía, esta parecía una mendiga o
e echó a reír, de modo q
tar la cuerda que ataba los brazos y las piernas a su "amiga", y agarró la
gritó. "¡Duele!". El nivel de dolor la hizo palide
pondió esta, aunq
n busca de aire, esta se tumbó en el suelo. A pesar de que la mitad de su rostr
se veía como una persona
rostro, se quedó en silencio po
e esos hombres habían hecho un buen tr