El Color de la Venganza
regañada por su padre, a medida que subía los escalones para ingresar
feraba a su esposa-, vengo cansado del
re, me duele el cuerpo. -Se disculpó la se
r para darles todo a ustedes y no me
-increpó a su hija con el ceño
por lo que no pudo evitar te
a facultad estudiando, tengo ex
n el domingo siete, te olvidas que yo existo; adiós est
ío, y el semblante descompuesto, se puso
atar que tenía fiebre -. Acuéstate -solicitó-, ya te llevo tu comida y unas pastillas de ibuprofeno para que
etextos para no hacer
contradecir a su papá, e
, aunque respetaba a su progenitor deseaba con toda su alma no tener por esposo a un hombre así, claro que Gui
se quedaron estancados, para dedicarse a un esposo que n
ragos, no pudo evitar sonreír al recordar a Iván, ese recuerdo, le ale
chila el móvil que se compró con el dinero que se ganaba en su trabajo, y que su familia desconocía
*
as empleadas le servía la cena a Iván, su
o -comentó con gran felicidad el más
t mignon, para observar con preocupación a Alain te
s a esa misteriosa d
o en su mirada. -¡Es la mujer más maravillosa del mundo! -suspiró,
usto hermanito
Alain, observando a su hermano, ambos se conoc
vino, inhaló profundo,
hacha, yo no sé qué hizo, pero me tiene embrujado, nunca nadie me
ía, muy feliz porque al parecer su h
! -exclamó-, debo advertirte que el amo
entre ellos, mientras cada uno hab
*
mientras los días para acompañar a su hermano a Alemania, estaban muy
tada en el graderío que daba al edificio en donde est
completo, su ritmo cardíaco se incre
olate, la trataba con dulzura, y cariño; todo
Panecillo, en donde pudieron apreciar la belleza de la capital en todo su esplen
onsiderada como la más alta del Sudamérica. Cuando ella dejó de contemplar el monumento se encontr
razón, acercó sus labios a los de la joven, quién era inexperta en el tema, ella solo ha
a dejar que la lengua de él se adentrara dentro de su boca
a? -susurró uniendo s
nas de conocernos -ha
unos días debo salir fuera del país, no me quiero ir sin tener una respues
o -respondi
acunó de nuevo el rostro de Paloma, en sus manos
honesto contigo, sé que todavía tenemos mucho más por descubrir el uno del otro. Poseo defectos como
ostro-. El temor es de mí y de todo esto que estoy sintiendo, nun
la abrazó con todas sus fuerz
quien te ama nunca te hará daño -afirmó, buscando los labios de Paloma,
a joven en los
cosa? -ave
tu novia -res
del piso como si fuera una pluma,
adres, que a mi lado serás la pe
ado de él, pasaron un rato más en el mirador mientras a cada instante trataban de demostrar con besos
*
desp
raba y recordaba sus besos. Sentía la necesidad de llegar con urgencia a casa, y contarle a Alain, que est
s de piedra de la mansión, cuando escuchó:
de mí, no estoy, camino por las calles sin pensar, oigo sin escu
ngre, se quedó paralizado por segundos, luego de eso corrió a toda prisa, giró la cerradura
el cuerpo de su hermano en medio de un charco de sangre, se
n la esperanza que estuviera vivo, tocó su p
ba a su hermano. -¡DESPIERTATE! ¡NO ME DEJES! -suplicaba, con el rostro lleno de lágrimas. El corazón le dolía, mientras sostenía en su
iba a casar. Limpió con una de sus manos sus aguados ojos, en ese momento levantó su mirada, y lo que observó, le desgarró el cora
llas letras cubiertas con sangre, resaltaba la sílaba Pa... de inmediato relacionó todo eso con la trágica decisión de su hermano, tomó el móvil del joven artista, el cual estaba desbloqueado: la última ll
ida, dedicada a ella. -¡MALDITA PALOMA! ¡JURO POR LA VIDA DE MI HE
raba de dolor, de tristeza, de rabia, de impotencia, se había ena
**
uí un nuevo capítulo, esp
todo la acusa, ella es la mujer que aparece en los cuadros de Alain, la cart
azón? ¿Será Paloma
sus op