Encuéntrame
n le gritaba que debía escuchar algo insistente. Así que batalló por remo
e que no le gustaba mucho de quedar completamente dopada. Sin embargo, Anaelise prefería est
ha, y no conforme con eso su día era un completo desastre. «Así q
ntendió que era su móvil sonando, y cuando lo
que ultimaría su semana conociendo las dos materias que faltaban para
esperaban en la carrera de medicina como tal, pero conocía su
emana para esto, y justo
una controladora de la limpieza y prefería unos minu
damente y una blusa blanca que era su favorita de mangas cortas. Tomó su mochila y pensó qu
un peine para desenredar su cabello. Colocó un poco de polvo sobre su
os por donde pasaba. Sacó rápidamente en su trote el horario, inspeccionando que estaba cerca del número del salón que le correspondía. Así que sintió
cia la puerta y cerró su
y si lo conseguía, lo más posible
5 años consecutivos de universidad. Era de esos que daba varias mat
bía p
s! Te entenderán. ¿Alguien te ha entendido en toda tu vida? ¡
Ba
momento que había gritado esa palabra, pero solo
tiraron la puerta del salón hacia adentro y se irguió rápi
nca, dura, y carente de todo, la hiz
rostro, sus facciones, incluso algo que emanaba y salía de ese homb
uso aquellos pensamientos que en muchas ocasiones er
fesor de Psiquiatría, conocía los rostros de todos sus compañeros, aunque no compartiera con el
otros profesores, este
clase aquí -i
uego alzó su muñeca para ins
lase comenzó a las 8:00
lo que pas
rofesor tomó la puerta y la cerró en sus narices, si
acia alguna parte. Por un momento sintió que la rabia había tomado lugar
que estaría acompañado de una rama, que también le interesaba mucho. Conoció en persona a uno de los profesores que ella h
atría y maldijo para sus adentros nuevamente por haber sido tan tonta, estaba segura
de medicina y a duras penas se graduaban 5. Y eso sumado a que ningún caso
de que pensó durante toda su preparatoria, nunca hubiese
la menos concurrida de todo el recinto, ya que el área de Medicina era el que
comenzó a navegar en su teléfono cuando
ntar su mirada, pero un
He
ensó observando como Andrew est
stro serio-. Podrán decir que es uno de
por su sobrada confianza. No obstante, la boca abierta de Ana terminó de caer cuando sus ojos viajaron en la di
re que le cerró la
esa porque los nervios le crearon una inseguridad apabullante. Quitó la mirada de ese hom
. No sé tú, Anaelise, pero no puedo imaginar cómo puede tratar co
Pero incluso si ese hombre aun ya no la miraba, podía sentir la energía de su presenci
as a esta hora? -le pre
rostro, y luego le colocó la
las que les gus
ue quiero amigos. No los quiero. No quiero saber nada de lo que quieres decirme,
ico. Entonces cuando vio que Anaelise comenzó a caminar, él tomó
e contar mis cosas... nos la llevaremos bien -info
zón por la que lo dejó continuar caminando a su lado, no
arando sus libretas cuando un señor regordete entro al salón. La clase enmudeció, así como lo estaban haciendo cad
l escritorio y juntó sus manos
rd Miller. O también puede
l salón y el profesor forjó una son
a es mi materia en sí, en esta ocasión -Howard sonrió mirando a todos los del lugar-. Pero no es de temer, yo soy una persona igual que ustedes, solo espero que nos po
salían de la boca de Howard le parecían aso
Hay otra sección abierta con 28 estudiantes más, así que no se extrañen que en algunos casos puedan compartir
termitente... -preguntó o
mpre serán los mismos -C
lgunos puntos que pensó eran importantes no olvidar. En esa actividad su te
des tu t
misma hora preparándola para que sin falta estuviese en aquel lugar donde procedía la paz para ella. All
hizo gestar se vio opacada por los recuerdos
u alma tendría paz?», se preguntó Anaelise mientras un suspiro salió de su boca. Muchas veces quería ente
padeo varias veces. Todas las miradas estaban fijas en ell
pronunciado su nombre, y era Andrew, que parecía le decía a
to el lugar donde estaba. Y ahora no podía culpar a los fármaco
tando... -susurró u
aras como si le hablase a una tonta y esto picó a Ana-, y a t
el momento en que se puso de pie, "ese hombre", abrió la
preguntó mientras la agitac
ndo a su acompañante e hizo un ade
. Ustedes ya conocen al profesor de Psiquiatría, mi colega, Xavier
ientras todos se concentraban en el par de hombres que estaban frente a ell
pasando? ¿Qué
ncluso, una emoción diferente. Su cuerpo se estremeció cuando generó ese pensamiento. Xavier Cox, no la había
insoportab
informó Howard a Cox mientras vol
Ana en su mente suplicando porque este momento
siquiatría, medicina general, y varias materias, estarán involucradas de lleno con otras, y viceversa; así que compartiremos
dejándola sin aliento. Xavier, aunque estaba en su desempeño de profesión, deslizó los ojos negros
y todos habían enmudecido esperando su presentación. Tenía todo en su cabeza, su nombre, apellido, incluso su ed
real, ella estaba