Sin ti pero contigo
diario, relatando las cosas d
iembre
ras esperaba, sentí un pinchazo en mi cuello y luego, perdí la conciencia. Cuan
me miraba sonriendo, empecé a preguntarle ¿Qué quería de mí? y ¿dó
endo y de pronto levantó las
ana acá conmigo, creo que te golpeaste la
Si lo último que recuerdo es estar esperando el
paba mi condición y yo, como seguía sin entender nada, me quedé parada como un hongo pensando. En cuanto Ken cerró la puerta
el cuento, además, personalmente yo no conozco a este hombre de na
ron quince minutos sin respuesta alguna. Ya cansada de golpear, decidí inspeccionar la habitación. Claramente esto es un secuestro, aunque no entiendo p
lidad de inmediato, si fuera para eso no me tendrían acá, ni s
manopla, la cual me guardé de inmediato, estoy dispuesta a