La Chica Del Profesor
e vista
a cabeza ins
rtunidad de cambiar de opinión, tiró de mi ma
murmuró de
unté mientras entrábamo
espondió con la respi
un halcón acechando a su presa. No dije nada, no pu
nos y las colocó por encima de mi cabeza, inmovilizándome contra los ladrillos r
echa. Lo único que sabía era que la temperatura de mi cuerpo estaba subiendo;
gré decir
os míos una vez más. Me besó posesiva y apasionadamente. Nadie me había besado así antes
tura. Todo mi peso caía sobre él. En cada movimiento que hacía demostraba su fuerza.
sensación de sus dedos tocando mi piel desnuda avivó un fuego dentro de mí. Su pulgar se detuvo al llegar al elástico de mis bragas. Mi
y mojada", me s
o me puso aún
a y aterrizaron en mi cuello. Me daba besos suaves y húmedos en la curva de
Sus besos me hacían sentir un hormigueo por todo el cuerpo. Antes de que
e arqueó para entregarme más a él. No dejó de besar y chupar m
entre dientes, le causaba
ú sigue",
señor
rar. Su pulgar acariciaba mi clítoris mientras el otro dedo ent
Fue extraño e incómodo. De hecho
lar mi cuerpo. No tardó en introducirme otro dedo, mientras yo perdía hasta
nsa", dijo él con lo
decir. ¿No se suponí
n lo sentía. Entonces, comenzó a m
ate",
a hacer un movimiento de tijera, separando mi entrada cada vez
ruco e
mir mientras le clavaba
las, ¿eh?", preguntó. Y
Nunca había sentido algo así y por nada en el mundo quería que se detuvi
s rápido. Justo cuando pensaba que no podía ir a
ía en su mano. Toda la tensión que acumulé se evaporó. Mi visión se v
mente hermosa", siseó
en mi trasero. Luego escuché el sonido de la tela rasgándose y sentí el aire frí
ió. Entonces, se llevó la mano a su bol
o", or
cinturón y se lo desabrochó. Era difícil, pues
dillas estuvieran débiles. Por suerte, pude apoyarme en la pared. Una
...
on claridad, pero era grande.
é saliva al verlo. De
ó hacia mí y me dijo: "Todo va
de pie roja como un tomate, pensando que la estúpida pared me protegería. Con una hermos
s volvían a atacar mi cuello. Jadeé, y mis manos alcanzaro
ductora, mientras yo sentía su pene
como cuando sus dedos estaban dentro de mí
tame",
ontorsionaba mientras trataba de acercarme. Me metió la punta
vor", l
o. Empecé a moverme hacia adelante para encontrarme
ó él de repente,
por favor", sup
todavía. Te va
gnifica
mporta,
maneció en silencio durante un rato, pensando.
ez, causando que él pa
volvieron una vez más. Yo le devolví el beso con fuerza y des
dentro de mí. Fue lo más doloros
un grito, pero él lo
de mí, luego lo sacó lentamente. Lo hizo v
placentero, t
jar más y más fuerte. Estaba atrapada entre la pared y su cuerpo musculoso. Sus embestidas hacían que mi
e muy bie
acumulaba dentro de mí y deseaba salir. Él respondía entrando y saliendo de mí vigorosamente.
Eché mi cabeza hacia atr
a", gr
, y eso no lo perturbó. Solo hizo que su pene palpitara más
con los dien
én encendió un fuego dentro de mí. Apreté mi pierna alrededor de su cint
ahora lo era más. Sus embestidas eran agresivas, mis paredes vaginales se tensaron alred
do al mismo tiempo que él s
uedó dentro de mí un rato mientras dejaba escapar un profundo suspiro. Cuando finalmente se a
ontinua