Mi primera vez
ment
r en el amor a
necesidad de estar cerca el uno del otro, que al comienzo fue solamente un deseo "Carnal" por decirlo de un modo, aquellas ganas escondidas de sentir cada parte de su cuerpo jun
ntes, ejercicios entre otras cosas, nada fuera de lo normal; pero como todo se da sin llamarlo pasó... Salió aquel tema
arcó el inicio de todo lo que vendría más adelante, fue verdaderamente increíble, tanto para mí, como para él; cabe destacar que muy a pesar de sentir estos increíbles deseos por él, por su cue
circular, acariciaba mucho más allá. Sin pensar mucho decidí actuar, baje su cierre y llena de deseo le hice el mejor oral según yo lo había contemplado, pude saborearlo, chuparlo, acariciarlo y finalmente tragar hasta su último suspiro. Seguidamente, nos acercamos a una casa vecina, mi cuerpo aún se encontraba caliente por él... recuerdo perfectamente el momento en el que
ubrique tanto que solo sentí un poco de presión al momento de ser penetrada, pero teniendo su
s formas, yo jamás le confesé que era virgen, solo me atreví a decirle que había pasado mucho tiempo sin estar con alguien, y seguram
os innovar lo que siempre habíamos imaginado en ese preci
nuestros cuerpos a una temperatura sobrehumana, cada prenda quedó en diferentes partes de la casa, y nosotros terminamos en la cocina, conscientes de lo que estaba ocurriendo p
amos de vista y trato, y ocultando que con solo mirarnos a los ojos, nuestros cuerpos gritaban, anhelaban volver a est
rnidad, y comenzamos a hacernos notar delante de todos, pues al pasar nuestras miradas nos delataban, nuestros labios se mor
merciales, aquel McDonald's de la esquina, e innumerables hoteles y posadas,
s a alejar el
tos habían cambiado, pero seguíamos negándonos a aceptar aquella realidad a la cual le temíamos. Así que apareció ella en nuestro camino, la chica con la cual decidió formar parej
– Estaba pasando de verdad y era doloroso, increíblemente doloroso, ya no solamente lo extrañaba en deseo, sino de la ma
arecieron años, llegó el mensaje que tanto e
a, ya era diferente, ya había cambiado todo dentro de mí, y ahora qui
o me daba miedo. Se supone que la primera vez en la que una mujer mantiene relaciones sexuales siente miedo, ese pequeño temor que es inexplicable, pero cierto, pues, yo sentía un miedo mayor a ese, tal vez era el pensar
cada parte de su cuerpo era también parte del mío, cada mordida suya, era como un mensa
r ahora que debo alejarme de él aparentando que todo sigue como en un inicio es muy rudo, no obstante el orgullo es algo tan negativo, tan fuerte