Más que mafias
i
cuer
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a esa pequeña e inocente niña se encontraba su padre elec
na de las tantas excusas que le daban cuando su
bitación a jugar en un
magen en su cabeza y muchos pueden quedar a
del re
cuer
ptiembre
a que tenÃa sobre su cabeza, aunque eso no fuera lo que más resaltaba en ella, sino que lo era su sonrisa angeli
s que habÃa en el lugar, la mesa llena de dulces y un pastel con la form
e tu pequeña niña? Eso solo lo puede saber Hansel Garsia, su padre. Su madre habÃa decido salir de viaje con sus amiga
se habÃa convertido en la madre que necesitaba para ser
na a su lado era la más emocionada p
del re
parte de mi madre, pero ambos parecÃan ignorar mi existencia la mayorÃa del tiempo y no me afecto tanto porqu
traficantes y asesinos sabes que tu destino esta dicho de una u otra manera. Y cuando sientes que te estás perdiendo extrañas esos momentos dond
ada me enfoco en la llegada y salida de la mercancÃa ya que no solo es la mafia familiar sino también otra más grande que es
jer demasiado buena y nos llevamos bien asà que imagino es alguien importan
th
cuer
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– esa era la pregunta que hacÃa aque
deja de preguntar- aquel hombre que se hacÃa llamar su padre
sonas se quieren no se abandonan- entre lágrimas y gritos el pequeño trataba de
lanto, sino que tomó su último trago de whisky y lo dejó ahà tirado en el suelo de la sala ahogándose en sus lágr
del re
cuer
enero
era el sentido a celebrarlo ni alegrarse, n
hacen pararse de su c
e avisaban que su padre lo esperaba en el almacén
para entrar y ve a un hombre atado de manos y pies a una silla de madera siendo sostenido de la cabeza por uno de los hombres que trabajaban para su padre, mientras este se encontraba
r a su lado mirando al hombre sintiendo dolor por él, pero s
primera que sostiene una, pero solo de imaginar lo que su padre querÃa la respiración se le ag
era clara y él sabÃa que si no lo hacÃa
ra más que mirar al punto donde debÃa quedar el disparo pidiendo perdón internamente por lo que harÃa, porque a pesar de crecer entre tanta mierda
mpleaños número 12 habÃa
del re
a harÃa, no a nosotros, pero ahà estaba yo creyendo mentiras de mi padre el cual solo se encargó d
e vengar a mi madre asà sea eso lo último que yo haga.
o lo tenga en frente no tendré piedad ni me temblará la mano para hacerlo sufrir, gritar, llorar e implorar por un poco de
más codiciados, pero a los ojos del bajo mundo soy un monstruo, soy ''
tu cazador y más te vale no esconderte