Amarte es un arte
hospital los sentía como mío, estoy loca, lo sé, los adjuntos o jefes del servicio me viven diciendo que no son míos, que
las seis de la mañana, no habíamos cenado la noche anterior y mucho menos desayunado, éramos cuatro por cada equipo de guard
de traumatismo, el servicio de traumatología, neurologí
o ubicado en la ciudad que podían atender a los habitant
bamos de un trauma cráneo-encefálico (trauma por golpe en la cabeza), le indique a uno de los internos que interrogara a la madre mie
se había caído de una litera y golpeado la cabeza, desde ese momento ha estado inconsciente, así que se le
ra ser operado, todo había salido relativamente bien, pero nos llamaron unas horas después notificando complicaciones con el niño, tuvimos que int
uando un niño tenía que luchar por su vida, lo peor era ver
rítica, estaba estresada, preocupada, estaba por explotar. Pero ahí estaba mi gran y bello ángel de la guarda, Santiago; salvándome el pellejo una vez más, termi
enías por qué hacerlo,
que estabas ocupada, por ci
a, pero aún no está fuera de peligro y ahora est
trabajo, días buenos y otros malos, no t
e indefensos, siento que si no los
a darte un baño que yo entrego, de to
in él. Nos llevamos tan bien que a veces en
cio y gracias a Dios no había tanto paciente, lo que significa que podría sali
Nos falta poco para terminar la rev
me siento como muñeca de trapo que t
do hacia mí, decía que me parecía a la protagonis
adivinar:
ta el estrés, pero eres tan exigente que ni el espíritu de la navidad me hace el milagr
y entienden nuestra carrera, tampoco quiero en este momento una relación, los hombres creen que la
zules, verdes, grises, rubio
resione y me mueva el piso, que me deje sin palabras y por último no tiene que ser millonario, pero si un hombre estable, trabajador y q
dices que tiene q
que espero es un hombre que esté a la par conmigo no por debajo, ahora que si viene con dinero, carro y todo no me molesta, aun así esa clase de gente son complicadas, no se to
el techo a que ese hombre caiga en paracaíd
llegue, cambiando de tema, ¿s
camionetas iguales y negras al frente del hospital, se bajan unas per
cercándose a la ve
so, gente relevante
o algo, porque son los únicos que se
rios para que cu
a este hospital que se está cayendo a pedazos cu
en sea, no viene por nosotras, así que vamos
mpañas a observación quiero ver
nte o los laboratorios establecidos, indicarles medidas de cuidados, aquellos que se daban de alta y hacer
e vámonos antes de que uno de los muérg
ella -si quieres te vas adelantando y nos vemos en la residen
cayendo del sueño y aun así antes de salir corriendo d
uno que yo misma atendí ay
sala de observación de pediatría a ver como seguía mi pacien
-
mados, fue cuando me di cuenta de que de seguro eran los hombres que se bajaban de las camionetas que habíamos visto frente al hospital, de pronto vi al director por una de
visualizar bien de donde estaba, pero si pude notar que era un hombre alto, cabello castaño, caminaba con una seguridad y elegancia impresionante, fue extraño, pero me hizo sentir un escalofrío por tod
a llorar ahí mismo delante de esos desconocidos, pero eso no se nos está permitido o por lo menos no delante del personal, paciente y menos de familiares, así que como pude aguante mi
ono, debo admitir, ojalá pudiera ver su rostro, pero está de espalda hacia mí, quería ver la expresión de su rostro saber si solo haci
rea, es más ni le importa, de pronto se aparece aquí acompañado de todo ese batallón, apare
sirve para resaltar ante los demás, mandar
de quirófano estaba cerrada para arreglar las tuberías, o por lo menos un
os que están haciendo las reconstrucciones
biando el tema tan drásticamente - Yo te hac
os en hospitalización esta vez, ya me iba
sigue igual, no habido mejoría, pero no ha
neurología, dice que mañana lo viene a ver, desea hablar contigo por
é decías?-
. Escalona viene a evaluarlo mañana y quiere que es
visas cuando esté aquí pa
vez t
re que está co
si me tienen invadido el
e visto antes, pero n
e estás de post guardia y sin
a, yo soy mala con los nombre
ación, era peor que Hitler, esa mujer ni su marido la aguante, si es que tiene, se d
he presentado problemas visuales desde pequeña, así que capaz el hombre no sea guapo, sino que la p
e incluso le tocaba los brazos, y que braz
bonita, porque ahí van buscando la manera de ponerlas en su lista, eso sí, porque habí
rque un extraño coquetea con el ogro d
ro me vea y me pegue cuatro gritos por e
sí que salí lo más rápido que pude, Santiago me dio un beso, pero la curiosidad es grande, me voltee una vez más quería ver al pequeño y esta vez, lo