Entre las redes
su espalda. Mientras bailabamos, nuestros dedos queman en cada parte del cuerpo, siento su aroma, suave y excitante, nuestros corazones quieren escapar de adentro
mi rostro, sujeta mi barbilla y muy suavemente la dirige para que nuestros ojos hagan contacto, vi su mirada, sus ojos marrones cubiertos co
i fuese una pluma. Mis sentidos reaccionaron, sentí un cosquilleo por todo mi ardiente cuerpo, una sonrisa se dibujó en mi rostro y un sutil gemido esc
gua, de sentime devoradora, él sujeto mi rostro con ambas ma
para tomar aire mordí muy suavemente su labio inferior y sonrío, lo mire y sus ojos marrones me observan con mucho deseo, volvemos a besarnos, cada vez c
jo con una voz grave: -Veni c
iaje acariciaba mis piernas que quedaban expuestas por mi ve
mi cabello. Me observaba, sonreía y volvía a besarme, acariciaba mi rostro y me abrazaba con fuerza, subía y bajaba por mis piernas. En una milésima de segundos me miró y me dijo: - Pensé que nunca llegaría este momento- continuó, - Lo soñé tantas veces