Fruta Prohibida.
e mis dedos ante sus ojos
í soy capaz de abrir mis ojos para mirarlo. Aunque lo poco que logro
, en el negro de sus o
siii . . . Ahh siii . . . – simuló que mis dedos es su duro pene entrando y saliend
puedo deducir que le cuesta respirar, que
o en tanto sigo encendiendo sus
tanto aumento las penetraciones. – ohhh
mí vagina, logrando hacer contacto con mí clítoris, mis labios
. Ohh dios,
puedo hasta contar los s
e mis dedos ante sus ojos
í soy capaz de abrir mis ojos para mirarlo. Aunque lo poco que logro
, en el negro de sus o
siii . . . Ahh siii . . . – simuló que mis dedos es su duro pene entrando y saliend
y puedo deducir que le cuesta respirar, qu
o en tanto sigo encendiendo sus
tanto aumento las penetraciones. – oh
mí vagina, logrando hacer contacto con mí clítoris, mis labios
de pié para girar y volver a subirme al sillón siendo
disfrutar si se anima a dar el paso para luego pegar mí mejilla en uno de los apoya brazos
. Tóqueme así, tóqueme así. – le
. Tóqueme así, tóqueme así. –
entras observo la expresión de su r
ombre mientras voy sintiendo los espasmos en mí cuerpo, mie
cuentro. Mis piernas tiemblan, mí vagina se contrae encerrando mis
ve escaso. El grito no me es suficiente para expresarle cuán
que ve y yo disfruto regalándo
mo tiempo que él llega al éxtasis abrazando mí nombre en s
no pensar en nada, pero de repente alguien me toma bruscamente de mí brazo izquierdo hac
que ve y yo disfruto regalán
smo tiempo que él llega al éxtasis abrazando mí nombre en
no pensar en nada, pero de repente alguien me toma bruscamente de mí brazo izquierdo hac
deseas. – me dice y y
y lo
es arde
inmediatamente. Debo admitir que esa actitud repentina pro
ce con su voz entre cortad
Sus manos me recorren y me aprietan con una necesidad de
os sin dejar de mirarlo a los ojos y me doy cuenta que solo es un punto negro en aquel ovalo blanco y puedo sentir como mis piernas comienzan a perder el equilibrio que él, a
cerca de mi oreja como resultado de introducirme, completamente, su dedo en mi boca. – me encanta
ón, su agarre era aun con más fuerza y sus uña
esto lo estaba haciendo era disfrutarme cen
or hacerlo. – me confiesa y yo
n lo que con mi perseverancia podía lograr, pero Ángel parecía tan le
go sacando su dedo de mi
ua sobre esa parte de su cuerpo y a sabiendas cómo es que lo estaba encendiendo e
jaba de mirar sus ojos y sin que
a hacerle realizaba la acción y lo simulaba con su dedo en mi boca. – chuparía la puntita de esta manera. – y paso la lengua en la parte superior, donde está la uña. – y te la mordería suavecito. – y pasaba mis dientes, mordiendo suavemente la punta haciendo que él soltara un gemido bastante audible y que su miembro se mueva involuntariamente aun haciendo presión sobre