Soldado Caido
, mis compañeras me miraban con tristeza, estaban cansadas de tener perdidas, yo seguía gritando pidiendo utensilios, estábamos perdiendo a
mano y grite para que se acercaran a ayudarme, pero las obse
ersona que estaba debajo de mis manos, sigo empujando para que su corazón libere un latido, pero era inútil, la herida
rré los párpados para observar esa boca, su boca; con los ojos llenos