Soldado Caido
stumbrarme a dormir cuando se pueda, en la guerra sería difícil las comodidades. Me observe en el espejo, ya habían tomado mi mano hace dos semanas y tendría muchas consecuencias por
uno de los banquillos y suspire, la mañana estaba fresca pero no hacía mucho frío. Respire profundamente concentrándose en mí misma, respire varias veces, hasta encontrar mi paz interior. Medite y medite, uno de los libros prohibidos por la iglesia hablaba sobre meditar, lo había leído y a mi me funcionaba, podía hablar con alguien cuando meditaba, para
r por las noches. - Suspiro en mi oído y m
uía por todas partes. - Se sent
che a la mañana me comprom
o podía dormir así que decidí venir a ver los pa
na imaginación t
- La boda debe ser lo antes posible. - Asintió. - Por s
bros con sus brazos. - Y por cierto... - Sonrió cómplice. - Debe suceder antes de l
observa temeroso
ormación militar y hay muchas caídas Ele. Necesitan gente, y nosotros somos perfectos
sobresaltó con mi grito. Comencé
ró ayer y ya comenzó a preparar todo para hacerlo dentro de tres días. No tienes
mi vestido! - Él sonrió y yo era una mentirosa, la modista vendría en esto
s a verla. Miré el reloj de la iglesia y apenas eran las cinco de la mañana. ¿To
ñorita Cl
a Duq
- Le dije y el
no quiero correr peligro. - Y tú, debes hacer lo que la jefa te ordene, así sabrás como esconderte y que procedimientos realizar en el momento indicado. - Asentí, eso ya lo habíamos hablado, aunque ella me enseñe todo en estos momentos, es complicado aprender todo. Anote todo lo que pude, pero me dijo que la práctica a veces no se encuentra to
luego se dio la vuelta. - Ahora voy a la modista y luego a avisarle a tu madre. - Volvió a caminar pero frenó en seco, se dio la vuelta con una sonr
"la ama de casa", o mejor dicho "quien dirige la casa", porque al ser duquesa deberia mantener todo arreglado más que hacer mantenimiento. Octavio debió hablar con ella y le explico que yo podía hacer lo que yo sintiese, que él me iba a proteger económicamente y físicamente, siguió sin aceptar la idea, pero se encontraba más tranquila por
un par de días. - Y es difícil de comprenderlo. A mi
sp
e herramientas y gasa, las busque rápido. Me pidió unos ungüentos que adormecerá la zona. No mire su rostro porque me haría temblar. Respire hondo y fui hasta la puerta del vecino, llamando al doctor. Volví para asistir a Clarisa. Comencé a romper la ropa, por suerte había sido e
o bombeado a su corazón. Respire profundo y lo mire seria. Antes de que pueda mediar palabra él aparece el doctor, con cara
un par de guantes. Yo observé mis manos sin guantes y manteniendo gasas que seguramente irían a mojarse con sangre. Respire profundo. Debía disociar entre la persona que estaba en mis brazos
s sangre. Suponiendo que no lastimó el riñón y solo el bazo o con suerte no
Comprimí u
y Clarisa buscó la sangre. Estuvimos dos horas, el riñón estaba comprometido, trató de
liares que sucedió. "Familiares", que también ahora eran mi familia. Salí un poco