Comprada por el príncipe multimillonario
acto de presencia, y luego marcharse. Si no fuera Carlton el que organizaba la fiesta, ni siquiera se habría molestado. Pero
ctamente lo que había pasado. Pero, independientemente de lo que pensara su padre, a él ya no le importaba. Después de todo, él no vivía su vida para su p
da. Después de eso, estaba listo para algo de normalidad. Antes odiab
bro mientras Grayson se colocaba en la barra: -Vamos, hombre. Dej
e ella había hecho cosas indecible
te durante un minuto y
de humor para las payasadas de su amigo, tuvo la tentación
y dos hermosas mujeres de larga y
amigo mío, es un mo
os en blanco, agitando la mano en
ulo de una de las chicas-. Chicas,
a por la mejilla de Carl
marchó. La otra mujer la siguió. Luego se
jos: -¡No puedo creer que hayas hecho eso! Con todo lo que está pasando en mi vida aho
tante, junto con dos vasos cortos, y empezó a servir-. Sólo te sugería que
y se dejó caer mientras decía: -Creo que he tenido
n la botella a la silla frente a
rió: -Oh, a
-Carlton sonri
o eso tanto como un
taba listo para salir corri
pera! ¡E
a en silencio y Carlton
ow White Escorts, que se espe
Olvídalo. Después de lo que h
jó la mirada, diciéndole en silencio que retirara la mano... y ya. Aunque
u mano y se apac
, ¿por qué no pruebas AmericanMate o AnastasiaDate? También hay otros s
enturas de una noche
ntras decía: -¡No, hombre! ¡No es así! Estos son a
a ceja: -¿Como los
iento: -Como los servicios de citas con esteroide
ntó Grayson con incredulidad-.
internacionales. Pero, esencialmente, sí. Al menos no tendrías que pr
nsistió: -Lo único que tienes que hacer es
una a Grayson también, pero éste le hizo un gesto
, después de Dima, he tenido s
o de citas? Estoy hablando de casarse. Pi
: -¿Qué eres?
ro que no. Con tanto que hacer,
romeando, también hablaba medio en serio. Cuando eran más jóvenes, vivían muchas aventuras juntos, pe
Me quieres. No pu
ientras se dirigía a la puerta-. Hablamos lueg
los cuales no conocía, y se dirigió a su Mercedes. Aunque Carlton estaba clarament
casa, pero las posibilidades volvían a aparecer. Lo último que neces