Yo, tu amigo gay
rnos cuando la distancia se
Co
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lanzarme miradas de completo rechazo, pero no fue así, más bien murmuraban algo más. Creo que no ti
po suficiente p
cribiendo esto que leerás tiempo después y que tal vez solo te sirva para matar e
bes que el nombre le queda como anillo al dedo, al desgraciado) ¿Se habrá dado cuenta? No, me lo habría preguntado, estoy
ar el timbre. Es hora de ir a clases, de enfrentarme a s