El doctor
ENTE,
maron a la puerta, confundid
tarde gris se hun
fuego estaba bajo en
ba sobre la cómoda,
cuerdo cayó de nuevo: el
Rupert est
nuevo. Agarró sus
se quejó ella. Su boc
tiempo
metal golpeó contra la v
unos dieciocho
e lleva u
bandeja sobre el
s y la encend
ramente fue un truco
la? Estaba sucia de
so delantal. Su c
largas y labios grueso
ieran una expresión impe
cabello oscuro estaba
ego pegada detrás de
posterior
ría por una doncella e
era sabido eso, no se
parienci
iña de nuevo. Ella s
ia. La bandeja tembl
podría te
ir si eso era ciert
n de la bandeja le die
Eso fue muy amable d
la apoyó una almoh
enía el andar cuidado
audaz hizo correr el
locando la bandeja en l
un paso atrás y dobl
ere
entirse ofendida o d
paleto. 'Y ust
empleada.' Tenía
o cockney y un acento
tal vez a Mabel no se le pe
hayan estado desesperad
Por cierto, m
suelo y el cuello de
había visto algo tan ca
ada? la s
de hombros. - Só
os - Bueno, entonces
a de todo
o dices.
en su regazo. El vapor s
rrón amarillento rociad
e a la parrilla y un
ía fricasé de pollo.
da le revolvió el estóm
ra y la sumerg
Mabel todavía parada a
- Puedes irte, Mabel.
la gracia de sonrojar
reverencia desesperad
pu
ante en casi cuaren
tumb
y dejó que la sopa vo
to tiempo? Que raro.
rivliiae nletejoss q duee vmivuirr iaeqrouní
n esqueleto que desenter
queleto en el jar
ntos muertos en ese
pre
ste en el pueblo d
a hizo saltar. La c
na mujer común en
no funcionaría en a
s, Mabel? El
a, señora. Mabel se
. Aquí no trabaja
or qué
o del lugar.
alrededor de su cue
o que fuera, no querí
ante tonto. Era solo u
se encogió de hombros
ñora. Sin incli
alió por la puerta.
detrás
ó. - Apagaste la luz
glar
los pies planos de Mab
uerta ni a llevarse la c
cena intacta en el sue
oha
a habitación estaba ta
había extinguido, dejand
taba en el aire, haciendo q
mo podría la cr
infecte y se ensucie? el
aves por
escuchó: un sonido ásper
lla se pu
do eso? Los sentidos
Pero luego vino d
con otro problema est
rucada con los ojo
ilbido. Un sonido rítmico y
o. Que
a manta hasta que amort
a cayó bajo el pe
ontería tonta; animales en
nidos, siempre había
lencio, y podía vo
Empezó, cada cent
bido. Dientes cont
tientas debajo de l
Por supuesto que no estab
u mano se sentía vac
er cuidado, no debe
buscó a tientas en la oscu
, cualquier cosa. Tus d
onde la vela se ha derr
soluta: sus ojos se
no había farolas af
anzar lentamente, a
a y elástica - un aro de
, aguzando los oídos an
sentía pesada - ca
pe
ió que se hundía en
o una explosión y el lí
ores a pollo y terner
tamente a la ban
lsie se apartó de la
e tus ojos. ¿Cómo p
al
uió una sombra de gr
superficie sólida. L
uscó a tientas el po
el pasillo. Ella di
n la alfombra polvor
ientras el
sugiriera qué había
a caía a través de la torre de
s de mármol
e dirigió hacia el sonido.
sa raqueta. Silbido,
antuvieron el ritmo m
scaleras. Estaba seg
n a un rellano estrecho
perior de la casa, trad
do por un corredor, má
luz de la luna se convi
las frescas baldosas bajo l
una capa o una manta
uesto en alg
ansar y orientarse.
rillo mancha
l ruido estaba cerca
tió que algo le
ó. Ella se tambaleó, cas
ita
n en las baldosas. Ell
y ver lo q
y cortante esta
Y justo debajo, un ri
lotaba en la oscuri
e preparó, sin sabe
aba. La figura de
ra extendiéndose a lo l
Elsie, jadeó, y se
ad una
vez más, algo suave y c
sta vez, E
? Hubo un sonido de t
na cerilla. Apareció e
llante. ella y
rrugas en la piel. '¡B
ta hora? Me diste
mediata
eron, tratando de encontrar a
omenzó de nuevo, ese te
tió. Sus ojos
as velas, como si sus
oblema, señora. P
e la vela con ella. L
un momento de ilumi
ginó un segundo pa
s de
aquí, Sra. Bainbridge.
n circunstancias más
voz era suave y resp
de Mabel. Elsie siguió
o de realidad y si
olaba su imaginación
or ahora, señor
vo b
ecesitaba era dormir. P
a. Siseó y rascó cuando
llo, junto a una
sierra circular de fá
pero era rápido, má
mo una lágrima
us pies, haciéndole co
Una forma pequeña y
ora Holt! ¿Tu no ves?
on al lado de la puerta en la pa
liento en la gargant
a. Holt amablemente.
s ojos estaban fijos
e. B
ugar: Elsie vio un gatito n
a la Sra. Holt. Un gato
nt
ratones, señora. O p
ra roer. Aquí se ll
tra
un círculo protec
ndo de su garganta.
ose contra
recuperando el uso d
lí para mirar. Pronto
el problema. Con su mano
cinturón y las sostuvo en alto.
aquí. Ninguno de estos
me que no hay for
la cabeza. - Así que a
No puedo permitir
estado. Piensa en
ificio! Por qué, todo el
de nuest
r lo bajo. Ella no
squecillo. - No se preocup
Sólo los he escuchado
e, desde que e
les. Elsie notó de re
vez debajo del mismo
frías tejas. Se abra
dijo sobr
e usted, señora. Le
bre. . . No sé si al
enviadas, las palab
la fiesta en medio de u
venga y haga todo simpl
homb
oy a revisar la biblio
no tengo suerte, lo
izo una pausa. Cuan
ve; una caricia verba
te encienda de nuevo
agotador, sol
r un momento a qué se
otó sobre ella: sol
da. maña
aría a
ron. La mano libre
jo de su codo. -
su camisón, húmedo
s, y la lengüeta
o. Repu
que había hecho en su
o con Jolyon. tus
o. - Creo que tiene raz
vuelvo a
l frío y fuerte, sin n
en constante movim
las y marrones estab
cuando las ruedas d
rendió de lo lejos q
e las lágrimas. No había
de humo de carbón a
once
ecto para Rupert. - S
rostro alargado, como e
olorido y con los o
ta toda la noche con
erse cuidado a sí mis
erior de la casa, no
mencionó haberlo oído.
a no pretendía menos
se volvió egoísta po
illón se convirtieron en
la ventana. La tierra se veía
olmos entre los ca
detuvo sobre sus patas
únebre, luego se lanzó
uie
e primero, una band
su cabeza. Luego v
dejó un rastro de lá
nt
spectáculo. Elsie ext
osa por quitar la tensi
deci
e lo que s
aba en el coche fúnebre.
lugar oscuro. Ve a
sólo media torre. Cu
la eternidad enterrado
ener que rev
se detuvieron, se sint
nos se aventuró a la
casa, un funeral er
a un hech
n. 'Es la hora.' Tu c
ones y le ofreció la
go a
l tocar el suelo; t
ementerio. Ella no sa
érica cuando el padre
es, Elsie sintió un f
llorar. Ella pasaba
de Rupert desde la dista
o de dejar que se
s sensaciones eran ent
omenzó a llorar en el
azo de Jolyon. La vista
ira que no pod
. Sra. Bainbridge,
ro pé
ante el vicario.
, distinguió a un joven
rga y un mentón gr
estola estaba su
er de conocer al Sr. Livi
Underwood. ' Una v
a haciendo este hombr
te sus conexiones pod
ómo se
de oraciones y l
agujeros en las manga
s, señoras, ante
sientes a la altura del
cansar e
apar otro estal
inbridge", dijo Jolyon
wood. ¿Prefieres queda
de ayuda. Ella casi
ibilidades aumen
ino. - Mi querida señori
razo. ' La separó
sie estaba convencida:
Sarah lejos. - Pu
restaurado. Mi criada
ales? ¿Tien
uesta sin aliento q
usto aquí. Su casa
e invadieron el cement
o. Estaba casi pre
odo el servicio; parec
lugar. - Ethel, ve a bu
ra para mí. Hazle u
dentada apareció en la p
n
eso, Ethel", dijo
ido Murmurando,
ó la puerta. El señor
aparentemente
de su parte, señor.
. Sra. Bainbridge,
ría de sus nervi
. Underwood la mi
staban muy
apuchado; miraro
Bainbridge, iré a la
Eso va primero, lue
tr
Era todo lo q
aron el féretro sobre
pasó bajo el sudario
ndolo a
a de Bainbridge se ond
oro y lue
Jolyon. 'Necesito
ntemperie en fila
les
Tres memoriales consec
fechas de solo dos
, al lado de un ros
8
ada baja. Ella no que
ruajes o encontrándose
había caminado en la
ique de campanas de boda de
y supo que la señorit
í estaba la Sra. Bainbri
én n
de polvo en polvo. C
ue entró en la iglesia
¿Livingstone, Bainbridg
ersona que Elsie
antador". Un anciano
ntra su bigote
- adorable - dij
r. por favor no q
guante de las manos sudoro
lina con un borde neg
pro
culos: esos ci
rebuznos y cigar
s. Lo que deben pen
pert y su esp
necido a un disco prím
ajo de la fila de extr
la vida de Rupert,
os en una tarjet