El clube de Los canallas
mbre una vez... pero dos ve
de todo, ella no era un mons
ró fjamente al duque de Lam
estudio, y pensó en qué
i seguía repitiéndose es
sentirse culpable por todo. L
a un monstruo. ¿Cuál de
timidante, de alguna manera,
nera clásica. Era pura fuerz
bajo, notando las largas
s músculos del cuello que sobre
bula fuerte y la barbilla con
s ángulos de su rostro traicio
nclinadas: el tipo de cara qu
culparlos por eso. Ella misma
asi no. El
nrisa fácil y mostraba
ometía mucho más que bro
anquilidad, una calma tan na
aristócrata. Un mozo de cu
invitado por su padre a
una d
enía que preocuparse por
eredero de uno de los ducados
a región. Pero, por supuesto, de
traron en ese jardín frío,
Bretaña, y él el único homb
siquiera se le pasó por la cabe
e pronto sería duquesa. Tu
omento en el suelo de cao
. Pero Mara no
su respiración y se sintió
bajando a un ritmo regular
edo, después de todo, si se d
a. Feliz no era la pala
oleada de pánico recorrer
hacerlo. O más bien, incluso se i
oraje para hacerlo. Ella lo
udiera detenerse. Antes d
sus dedos tocaron su pie
as de su rostro con las yema
de tres pulgadas a lo largo
ió por las discretas crestas
n en el pecho al imaginar las ba
rían causado. La vida que to
ue ella l
te ha p
spiro. Él no respondió, y M
labio inferior. Sabía que no de
delgada línea blanca, apena
Y luego ella acarició s
dose con la suavidad. Reco
su boca. De
a hubiera quemado y centró su ate
ue estaba desplomado con u
dano. Parecía incómodo, y
enderezar ese brazo, colocán
mano, no pudo evitar ex
n que las venas se extienden co
sus nudillos sobresalía
ha. Marcado por
e haces esto
nudos, incapaz de resisti
n memoria de él, joven, encan
a como nada más la
ó en la habitación fría y mir
iéndose en brasas. Ella se le
endo las brasas para avivar e
e nuevo, ella volvió a él y p
ar con él, dándose cuenta de
sadores esta
azado, no estaríamos en
mi propuesta, estarías a
rmesep toannd
tomar la culpa
ció en s
nía que sucediera de la form
de mi c
, ella s
as por qué
elevó en un l
qué v
ra, todavía estaría
tamos. Y estoy
respu
uiré a
r eso. Tal vez porque había
que quería escapar. Que te
anera que lo había hecho hace t
nteligente- que sabía que habí
con lo que tenía, tal vez p
que quieras
or, donde estaba el periódico d
e las noticias todos los días.
tió que la culpa aumentaba de n
de la hoja de periódico, luego r
scaba: un bote de tinta y un
húmeda mientras caminaba hacia
horquilla del pelo y volv
le susurró a Temple. "
e
vó la nota en el pecho del du
evantó para irse. Solo q
lo frío que estaba el ambi
l. En una silla en la esqu
a hacer. Después de todo, el
antes de cambiar de opinión,
idado alrededor de su cuerpo, tr
sudaba con un tentador
A su ahora.
to", susu
ego s
tulo
de Whitefawn Abbey, que bri
el esplendor de sedas y ra
se cernía sobre los enormes v
evonshire, la sede rural
pie
ármol hasta el vestíbulo, d
esta, situada detrás de un
lo sofocaba mientras se abría p
n de risas y suspiros, y
as sonrisas y palabras inc
blo – que le dio la bienv
se lo llevó a los labios.
e sentía antes, pero que ahora
a cuando una hermosa mujer
verberó a través de él, en
asos venían de un recu
da hace mucho tiempo. La mujer
mo para igualarlo, lleno
azos. La música creció, y l
stros en el pasillo disolviéndo
do cuando se distrajo po
u antebrazo, envuelto en lana
una moneda de veinticinco centavos.
u
se licuó y corrió por la m
a. La mujer en sus brazos me
e deslizaron por la tela y su c
a la mancha, la cera c
ra a él. Tenía unas manos preci
u largo brazo desde la muñeca
s curvas y los valles de la cl
a boca ancha y acogedora; la na
e. Uno azul
tras pronunciaba las palabra
Alteza." Y así ella en
ofcina y se puso de pie de repe
anecer. Una manta de cuadros v
o de que esa mujer se había
elo. Temple la imaginó de pi
rugir de rabia. Ella lo drogó y
o: Gracias a Dios. Ella est
pulmones, luchando contra la fr
ase
para aliviar la tensión de e
ambién dejó una nota, garabat
cho con una horquilla,
. Se quitó el mensaje de la c
a. Esperaba que no tuviéra
i la violencia. Resistió el
lla pensó que él estaba usan
de tu propia ofcina? La ofer
egociar, aceptaré su visi
i
ía no estaba lo sufciente
Street 9. Ella te dejó su dir
ue Temple no pudiera encontr
era escapado. Se merecía su venga
stúpida y valiente mujer?
do vino, rápido como un relámpa
ncontraría. Esa arpía h
hora se lavó y
Era posible que la mujer se h
se adentraba más y más en
o ella misma, dejándole la
rminar el trabajo que había
gradable, incluso a las siete
epugnantes tabernas con botella
o. Una puta demacrada apar
os y pesados mientras
aron y Temple recono
tipo elegante c
imbécil. Las manos de la pro
stuvo mientras ella buscab
riño", dijo, sacando su
yarse en él, y él se puso r
equeño trato? Nunca he atra
vantando a la niña y dejá
otra
pecie de sonrisa y Templ
en
go, amor. ¿Er
ría ignorado la pregunta,
lles y se sentía cómodo con las
spuestas a hacerle compañí
tas como... usadas como ésta
eliz. Esta era una verdad
ecía desprecio por la
quejé", me
la
momento. Una ganga
" Se tocó el al
or Street abajo, contando l
parecía fuera de lugar, má
n una masa de crisantem
ndo la fachada, Temple estaba
ía escapado. Pero ¿por qué viv
lb
a y la dejó caer
el primero en pr
lle, donde la prostituta lo o
epente mostró
con
ó la m
el Duque
erta, sintiendo la frustrac
ezcla mordaz de ira y a
ast
mi amor. Una chica com
ect
n su tono. La ironía. Pr
Después de todo, los dos v
ró, pero el
chico para
a puerta y luego se volvió
n ni
sabes", levantó una cej
son así. Las chicas tienen qu
lmente alrededor
bló de esa manera porque
sermón de la mujer y revelando a un
casa. No podía tener más
muy abiertos
tocó el sombrero. "
a frunci
s a la señor
a no estaría allí. Debería haber
jer alguna vez algu
o n
a oración, sin embargo, po
ir en la casa. Una cacofon
media docena de pequeñas criat
iaturas un poco más grandes, u
ata d
as parecían prever su muerte inmi
aría en tal situación – cor
error táctico, ya que no co
por lo que en lugar de salir c
elaraña de piernas y faldas. L
par un grito que Temple j
iatura que blandía la pata de l
mesa en la entrada, levantando s
refriega. Por un momento
así como su comporta
o tuvo oportunidad. Ella
e la trampa que representab
solo cuando los chirridos
e dio cuenta de que no podía
ontinúe sin su interf
s en todo Londres. Y él er
enerlos.
entró en la casa y cerró la
criada a ponerse de pie. D
erfecto orden, se vol
s retorciéndose en el centro
r Se unió a
e la pila, uno por uno, po
piedras y otras armas improv
arlos y colocar cada uno en
r uno más de la confusión.
que lleva la pata de la m
o cuando lo vio, algo pequeñ
avía levantand
co con la pata de la mesa,
medio metro del su
da, dejó escapar un chillido que
ás cercana, asustando a Temp
risto!",
que llamé a esa puerta, h
ió hacia los chicos, que lo mir
a?", pregu
dió. Simplemente miraron
o afortunadamente no par
Señor en vano", explicó
o así como admi
rda me
ió la cabeza co
Intyre no le gus
sto, la Sra. MacIntyre harí
hachos y más con sus vidas
ns
ondió. "Entonces
el pequeño en su mano,
lgo detr
o que ya
voz suave y femenina. Se sa
la no se
¿MacIntyre
ió y solo se dir
sobre cazar
ndo!", exclamaron va
estro botín!",
!", dijo el líder de la pan
escatando a
frunció
de la nuez
y siguió fjando su mirada
emple se dio cuenta de que era
n el rostro del ama de llave
eguntó Mara, mirando fjame
"¿Cual es
ó la mirada, p
a no es nue
ón al chico al ot
é más?
caza de
nte! Aunque
e movió e
si ella
a as
os recordamos las reglas co
armas, por favor. E
oderó de los chicos, y cada
mple para
aptando su atención. "Cr
á qu
y adelantó su diminuta y punt
Te
ién e
debas preocuparte
raron escépticos. C
ó la cabeza, ev
s muy
también",
ue el chico miraba la cicatriz e
ros
llevarnos?
ieron a Temple no revelar s
undo antes de que entendiera t
pero los orfanatos solían evoc
para conseguir cuencos h
eros enloquecidos p
ue no. Nadie
ió su atenci
es él e
ja, preguntándose cómo
la verdad. Pero se enfrentó
quí por
e boquitas. Temple resist
de qué?" pre
mentira q
Ella no t
ado", recordó e
ió, muy di
un hombre como él
irtió en un villano de nuev
os muy abiertos en la habit
ver, muchachos", dijo, "
o mentir," la
e la señora MacIntyre tenía
fue todo lo que pudo r
ic
a buena razón. ¿No fue así?
pada p
s. ¿Humor? ¿Le pareció
que tengo la intención de
ita
dáver putrefacto de Te
discutir sus motivo
abeza, negándose a
pero sonando como si quisiera
a la mayoría de los chicos, pe
j
para estar seguros", y por
amente familia
za. sospec
te, Daniel", le agradeció
l costado del pasillo, "pero l
en
no tenía ninguna duda. Y
e todos se fueron como si
cualquier otra cosa, todos exc
ser empujado fuera de la habi
todo el tiempo, evaluando a Te
die lo miraba así, con ta
si impresionado, hasta que re
ealtad. Después de que ella c
os, se equilibró
a. ¿Mac
ra dirigió su atención a
os, que todavía estaba
Por favor, dígale al cociner
é para nuestro inv
se sor
bedor de té, aprendí que
" Temple miró rápidame
er, A
rojas. Excelente. Ella merec
n su comportamien
ias, A
ta de salir de la habitación. D
ist
a. ¿Mac
dió Mara, asintie
con el Sr.
respondió ella con cal
mple preguntó
trecerró
stá lo sufcientemente educ
tengo
o una mue
e Nsamankow, ya que
scuro como para que nadie pueda
entemente respetable
ambió d
que vinieras
scocés carecía
petó ella, y luego baj
dmites que
confrmó desp
tar seguro, ¿no f
n responder y
ez que me drogabas y
ia antes de dar un paso
en la que la cerda había hui
de su abrigo, y tuvo un rec
era derretida en su manga.
un peligro para su vida.
los en una sala de estar lim
ueña estufa de hierro ardía
e unos minutos y ahora parecía
a que dormía sobre una a
asado las últimas horas,
extraño a ese animal. Pero él
ada en la puerta
mente", trató de explicar
Defnitivamente te i
fngió
agnánimo de
eras tan enoja
itarlo y la
onsciente, tumbado en el s