Todo inició bajo la lluvia
les
solo quería saber que ella estaba allí en su lugar, en su oficina dispue
su edificio después de las visitas al terapeuta, que por cierto me estaban ayudando mu
n, allí supe que la perdí. La extrañaba, la necesitaba, en realidad necesitaba su apoyo, sus palabras, sus consejos, sus ideas. Que mierda ¿Quieren la verdad? La necesitab
on unos besos para
rupción, llamaron para confirma
crecia, ere
ue ella me había gritado que no iba a regresar, yo no la iba a dejar ir, informé al área de pe
ecomendó mi madre habían sido de gran ayuda, quería mejorar mi autoestima y mi a
a triste, desencajada, su semblante no era el mismo. Intenté orillar el auto, para ha
darme cuenta de que durante mucho tiempo permití que decidieran por mí. Me hizo ver con palabras crudas que, aun si
a pedir opinión por todo lo que hago, me mostró que soy como libro abierto an
cede en la decisión tomada tengo a quien echa
emuestro que tengo carácter, en realidad con mi padre soy un cobarde, que teme en llevarle la contraria y demostrar
como un insecto atraído hacia la luz arribé al edificio de Sara,
enté en el piso junto a su puerta para pensar por un momento en cómo pedirle disculpas. Cerré mis ojos y dejé que mi mente viajara buscando las
uerdo que mi regreso al trabaj
siempre, pese a que su semblante mostraba que le sucedía algo, porque me pareció ver sus ojos hi
igo, no merecías que te tratara de l
que hiciste me dolió, pero no me rompió. Tus actos me de
como la abría y entraba, pero cuando la iba a cerrar coloqué
pero quiero remediar lo que hice, yo... ese día v
disculpas, es más
u desprecio, ahora debía encontrar dentro de mí el valor par
olo que tengo miedo, este sentimiento es nuevo para mí, desde el primer día que te vi, quise que lo supieras y no supe cómo hacerlo, mi padre se encargó de todo lo que ha
e me sorprendí cuando la vi llorar, no sabía si había d
oy, no te molestaré más. No tienes por qué regresar al trabajo sino quieres, aceptaré tu renuncia, aunque me dolería mucho que lo h
darme la vuelta e irme, ella t
ía cerciorarme de que no era un
erio t
ue fue necesario que me sacaras de tu casa y de tu vida
café conmigo? U o
, pero no quie
ustaría charlar contigo un
en ellos, de un momento a otro estaban acuoso
a de querer c
.. necesito hab
e. Entré tras ella a su departamento, era hermoso, bien organizado, tenía pocas cosas, pero se sentía cálido y acogedor, me ubique cerca al sofá que
or, traeré algo de
estarí
O
nsando que mi presencia le incomodaba. Antes de verla perderse por un p
donde puedo l
que estaba cerca de ella, por eso le pedí un lugar don
uerta al fondo en
son. Favor no molestar», sonreí al darme cuenta de lo tierna que es, parecía una niña. Me coloqué de pie y salí directo hacia d
r dulce, delicioso, igual que ella. En cuanto abrí los ojos, pues no me había
e organizado. Sara er
nervios y el estrés que estaba viviendo en este momento me jugaran una mala pasada. Sara me ponía nervio
delivery, pero después de unos segundos escuché
la con furia y violencia por el cuello, ella intentaba fallidamente quit
apelito te librarías de mí, pues fíjate q
sobre el sujeto propinándole un golpe directo
díbula y dibujó en su ro
lí fue donde me di cuenta de que er
a tu departamento, pero a este ya lo t
la trates a sí,
as de casarse conmigo y a ti te met
ás cuando sara nos envió la invitación a su matrimonio. El dulce y amoroso rostro
ón agitada, la vi llevarse las manos a su cuello intentando disipar el dolor del agarre. Pese a
adie te enseñó a t
ana. Él era alto, pero yo lo era un poco más. No medí mi fuerza en ese momento, así que con la furia conten
amente entre las costillas y el
ra no está sola, y si vue
do se colocó en pie, a
biaste? Por eso tuviste el coraje de terminar conmi
él? En qué momen
sentí a Sara tras de mí, pero en cuanto escuchó las feas palabras de su ex la vi est
o volver a verte, tú y yo terminamos y no me importa lo que pi
rnó desafiante y pude ver
rás y bien caro. Si creíste que te librarías de mi par
amente al sujeto, pe
s, ¡Vete! Y
o que me han hecho
pude ver como ella bajaba la mi
, me mantuve quieto en la puerta mientra
o irme para que
ero... podrías hacerme compañía e
aba desde que llegué. Lloró amargamente, con dolor en su alma. Inte
y sus lindos ojos estab
as abrazar
quería hacer desde que ll
Cl
is brazos. Fue el mejor momento porque pude sentir su calor, su olor, ese que me hacía
ar estos feos momentos de tu vi
to y quise congelar ese momento, no quería perder detalle de cada parte de su r
mis manos quemaban con tan solo tocarla, sentía miles de hormigas
rostro hacia mí, y me susurró esas pal
a que sienta que has borrado
rzo mi boca buscó su boca y mis labios los suyos, nuestr
lado, era el beso más caliente de lo