Porque así lo quiso el Destino
alegraba mi vida por unos cuantos minutos era hablar con él. Edgar me sabía en
o la nostalgia me llenaba el alma abría el armario de la habitación de mis padres y tomaba alguna prenda de mamá. Estaban tal cual se encontraban en el momento de su partida, no importaba que tres meses hubiese
adre y francamente no lo culpaba, me había pasado lo mismo aunque no quisiera reconocerlo en ninguna de las consultas forzadas a las que el colegio me había ordenado asistir y en dond
orzadas a las que el colegio me había ordenado asistir y en donde no hacía otra cosa más que repetir canciones en mi cabeza mientras la psicóloga hablaba sola, unos largos monólogos en donde supongo se convencía a sí misma que hacía un buen trabajo. "Antes de que lo preguntes, sí. Sí gané. Aunque duré
, sacar esa furia de ti sin tener que hacer nada malo a nadie, ¿No lo crees? Creo que incluso puedo tomar este consejo para mí, no estaría mal empezar a practicar atletismo o boxeo. Debería decírselo a mi papá, ¿Cierto? O lo debería hacer si lo viera un poco más. Saqué la cuenta, está trabajando dieciocho
ina rosada con estampado de Hello Kitty y con alivio lo vi llegar. El reloj de mi mesita de noche marcaba las doce
las cosas, aunque intentara disimularlo no era tonta, sabía que venía ebrio y no podía decirle nada, ¿Cuál era el punto? Las pocas veces q
ro y así me mantuve durante un par de horas más tarde. Poco importaba tener ojeras en las mañanas e ir algo despeina