El humano y el Alfa - Fabiola cervantes
sa, trague saliva algo asustado, aún no tenía
ue estaba
e - ¿La manada? Estar rodeado de lobos no me agradaba
Acercandose al armario sacando r
ón negro y una camiseta blanca bastante fresca, y yo que moría de frío, aún así suponía que a él
usar la ropa de este armario, hacía mu
ándolo esperando que me dejara pone
egué con la cabeza rápidamente quitándome la camisa de botones y ponié
casión en el ámbito sexual, porque
los ojos, era muy intimidante y también me daba miedo que siendo un lo
scuchar sonido alguno, y
ron, y ese holor dulce era mu
cordar lo que me
jando la vista apenado y
arron para luego caminar sin soltarme, salimos de la habitación
ula casi cae al suelo, el come
había much
os se giraron a vernos y se pusier
aba aferrada al brazo de un chico más alt
jo una mujer acercándose
a especie d
alidad y me hací
eter quien me mira
ote que la mayoría tenía
contar a los guardias que vigilaban cada
ndo con la mirada de la chic
ndo que me asustara un poco al romper el silencio de go
ue servida y todos conversaban tranqui
intimidado, así que com
ue antes le había pasado su amiga Elena, parecía
un verde muy extraño, pero holia
tomé el vaso tomándome el c
un sabor dulce sin
miradas en mi y me incomodaba, siempre había pasado desape
, parecían una enorme familia, porque to
irme raro, mire de reojo a Peter,
algo acelerado y s
ía exitado, nunca me había sentido
la chica, quien de nuevo me miraba pero es
lo llamo captan
ces mi cuerpo se sentía pesado y sentía aun más calor, sentía la ne
odría llegar a sentirse así, las voces d
sus brazos, donde su piel chocaba con la mía quemab
al abrirlos estábamos en la ha
onfesé balbuceando y Pe
regunto alarmado
n mi frente, y busco algo en mi camisa - ¿Sentiste alguna pi
al ver que era la
su jugo, ya sabes para ver su reacción, y evidentemente es tu mate, se lindo con
aba agitado, supongo que algo apenado
esperado mientras me quit
acia mi, tocando mi abdomen desnudo, en
oco de timidez te
ía bien, subió su mano hasta mi pezón p
n nueva y placentera para mí, jamás nad
en mi pezón, era su lengua, jugueteaba con mi
camisa, desabrochó sus pantalones y liber
s quintandomelos y acerc
r beso, y me exitaba aún más, tenía los pen
ocaban entre sí, y
acerco su pene al mí
os salian de ella, no podía callarlos, se
nes, para luego pelizcarlo y morder
ado y haciendo que su pene rozará por mi tra
boca y un hilo de sa
s de sudor Caer
era ardiente y hacia que el frío desapa
pene comenzando a masturbaelo
ña sensación d
s palabras mientras e
A mi pene, mientras el semen salió de mi haciéndome gemir con fuerza mien
me sentía mareado, mis piernas temblaban y m
n por completo qued
a ph
en si, justo ahora me encontraba sola, habían salido a
y beber cuánto quisiera, y aunque no quisiera aceptarlo, estar
d me hervía la Sangre, suspiré viendo por la ven
al menos tuvie
porque la soledad me hace pen