Llamando al destino
olver a hacerlo. Después de la noche que tuve con Candela, quiero volver a encender mi cuerpo de la forma que lo hice con ella. Estoy sentado en uno de los ap
a que vaya a mi piso o mejor reservo un hotel para pasar el tiempo? ¿Será posible que me haya obsesionado un poco con toda esta situación? Buen
cesito volver a mi figura para así poder salir por completo al público y que no me vean en la devastación que m
enacer ― me digo a mi mismo mientras veo mis piernas ejercitándose ― suficiente Javier, debes volver
l bar? Creyendo que si ella me veía en fotos ahí podría desconfiar de mí, y así me perdí de todas las ave
dea de marcar ese número, pero por alguna razón me resisto y no sé por qué ¿tengo miedo de que alguien lo sepa? Se supone que esto es anónimo ¿No es así?
tación, dejo el bolso sobre el piso, y me recuesto en la cama. Estoy rendido ¿quién iba a pensar que bajar litros de helado de choc
l espejo y veo que en verdad no he engordado tanto, sólo era mi drama hablando por mí, aún así prometo no volver a
NU
iza el find
ca de ir a Ibiza ― Y pareciera que Manuel me ha e
NU
ena época par
bién es una manera de sacar lo último del coraje que tengo hacía lo que ella me hizo, ojalá este dolor fuera por una noche con Candela. Mientras el agua cae sobre mi cara y puedo sentir las
go dinero; por una noche no pasará nada. Tomo el móvil y marco el número que siempre estuvo listo para hacerme feliz. Esta vez el proceso es más fácil, supong
viera como adolescente inexperto a su lado con la ropa que traía puesta. Escojo un pantalón de vestir negro, y una camisa café tierra que combina a la perfección. Me peino el cabello, lavo los dientes y mi
erla, quiero saber qué le gusta, qué hace, en resumen, todo. Escucho de nuevo el timbre y cuando veo que todo está listo abro la puerta para llevarme la decepció
Puedo pasar? ― m
egunto sin decir nad
lo que la verdadera Candela me dijo, sé que es un guión que les dan, p
a el rostro con una de sus manos y lo acaricia ― ¿Est
sperando esta noche, perdón si te hice venir ha
mi desilusión pudo más que mi educación e hice lo que hice. Camino de nuevo hacia
noches―
ue me envíen a Candel
se equivoco de núme
o se vienen a mi mente y lo odio ¿quién me manda ser tan aprehensivo y obsesionado con las cosas? Guardo de nuevo el vino, las copas y apago las luces del piso. De pronto ya no quiero saber nada y p
o. Salgo de la cama y me visto de nuevo, unos pantalones de mezclilla negros, una playera del mismo color y unos zapatos cómodos serán mi vestimenta esta noche. Tomo mi móvil y le envío un mensaje a Manuel, como conozco debe