La trilogía de Alfa Uzziel
que me atormentan. Estar aquí no es fácil, mis demonios ame
ienso más lo deseo, necesito respirar de nuevo esa paz
o es la de Connor. Y tampoco llevo demasiado tiempo solo, he olvidado como tratar a la
e, que pase, qui
mbiado mi ropa por una lim
cen mayores que yo, lucen sendos trajes negros, yo en cambio prefiero
o los rebasó agachan la c
recuerdo, nunca
s de especies diferentes. veo hadas, duendes, elfos, lobos... Excepto
be de ser grav
l patio de butacas. Como me gustaría ser
l centro. La silla reservada al Gran Alfa, a mi izquierda y a mi derecha se sitúan
ar debe de estar cerca de los trescientos años. Todavía recuerdo a ese muchacho d
stamos todos. Así que sin más di
lando, ordas de demonios s
oco a poco las voces comienzan a reso
, calma. Repite
sonoro gruñido, inmediatamente
nto, Alexander cont
a coalición. Ahora más que nunca necesita
ie quiere ir a una guerra, las guerras solo traen muerte y destru
es sin duda alguna al que más detesto. Es cru
mi. Al final todos vamos a colaborar no queda otra opción. Es la segunda vez
re que regresar con
lo más parecido que hay aqu
imbade mis fosas na
olido en toda mi vida y ah
huele a menta fresca, cada vez s
e sea mujer, pero si la diosa al fin me dió un compañero poco
setos del jardí
gro y largo, desde mi posición se la ve
nto tiempo llevo esperando. El de mi
me mira, sus ojos
vez de acercarse se aleja. Camin
s. Dice Walter soltand
, me abalanzó sobre el
o, vas a matarme dic
mi autocontro
Le digo señalando con rabia a la
pré puedo hacer lo que qu
su escaso cabello ya bañado por
i aunque pudieras pagar todo el oro del m
estructivo, "Odio". Me lanzó contra él, lo derribo, sabe que no es ri
, sus miradas están cargadas de miedo. Pero nin
ntes llenos de orgullo, ahora quedan empañados por
rlo, no se juega
e para calentar mi cama, solo sabe llorar. Dice con
mente buscando algo de calma en mi interior y lo suelto. Ese aroma, s
Se que está resentido, planeara una veng
tada en el suelo su cara es
vamos!! Digo t
dece y m