Destinada a uno Rechazado
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HELSING ADOP
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no la obedeció, y en ese mismo instante,
n afilados como los de los otros miembros, Ruby en su forma lupina no du
, colocándose en posición de ataqu
l lobo que se levantó del suelo y sacudió
uperarme! - habló con firmeza, en sus ojos se veía el fervor de s
ión, ni perdón, ni nada. - gruñó el beta posicionándose frente a los de
! - gruñó en respuesta haciendo
apoyando al bebé en su pecho, corría hacia el bosque iluminado sólo por la luz de la luna llena. Su corazón sang
mantuvo firme y con la cabeza alta. Por primera vez se opuso a quienes durante toda su vida la habían reprimido, maltratado, despreciado y utilizado como cebo. Por primera vez en la historia de los lun
ta defenderse con sus pequeñas garras y sus redondos colmillos, por desgrac
efenso cachorro, su cuerpo sin vida volvió a la forma humana, su espíritu volvió a la gran luna. Los lobos
gotas cayeron del cielo, la diosa lloró por
aró beta tras aprobar el traba
da por el bebé saltó del árbol donde grabó toda la escena del asesinato, con su visión de largo alcanc
llovizna no la ayudó a orientarse. Si pudiera transformarse, podría curarse rápidamente, pero no puede, ne
cerca por encima de los árboles, su corazón palp
Esmeralda confiaba en la diosa, era una de las pocas que aún adoraba a l
a ropa negra de coro, no le quedaba ninguna duda a Esmeralda. Era
la es nu
ntía pavor. A pesar de que su dominio sólo pierde ante su pareja, es débil, y son muchos contra uno. La
está por todas partes, es cue
la débil e impotente mujer sentada dentro
ue iba a tener, sabía que no podía proteger a su pequeñito, pero quería que viviera, si había nacido así, era con un propós
situación no es normal. Un recién nacido, en forma humana, era algo imposible en las bestias. Tenía que ser un l
vor no dejes que mate
niño. Esmeralda sonrió, aunque muriera en ese lugar, la vida de
o -la voz de Esmeralda salió baja,
ue este niño no se parecía en nada a un lobo, nada que se p
le dio la espalda y volvió a la copa del árbol, saltando de rama en rama hasta quedar a gran distancia, pero no demasiado, quería seguir grabando lo que le ocurriría a la madre del niño que
fiado... - Esmeralda no pudo termi
o en su sangre. Y la fina llovizna se convirtió en una gran tormenta, los grazinos cayeron violentamente sobre la t
cercana. Durante todo el camino tuvo cuidado de
a que abría la puerta a Mari, que se l
- preguntó Margaret en cua
delante de ella por los hombres lobo. Mari consiguió salvarla del mismo destino y desde
arte de nues