Ganar la eternidad
ara al cuarto dando trope
empujó el terror a un rincón para poder concent
buscando? ¿Por qué estaría llorando? Bueno, seguramente ella no estaría mu
ir, se dejaron de escuchar los pasos y el llanto sonaba amo
l momento, tal vez otra de las jugadoras no había podido esconderse todaví
acía esa chica podía llevarlos a esa habitación y entonces solo podría rezar porque
a que dejara de llorar o en el peor de los casos echarla y pedirle que buscara otro lugar par
y unos minutos después las tablas del piso de manera de
e el andar seguro de alguien que había dado con lo que
hinó al abrir
ti debajo deb
a voz ma
al ser arrastrado e inmediatame
ando de impedir que
ezaron a resbalar también
escuchó los pasos, pero no podía aguan
ero sus malditas alergias le jugaron en contra
staba jodida cuando el ruid
ue había alguien más en la habitación y no se iba a ir
rió algo que
ontundente y luego una voz ma
, a la cabeza al hombre aprovechando que le había dado la espalda para tratar de apuntar con la pobre iluminación a la c
ad para abalanzase sobre el enemigo, at
do escuchó la primer det
y se cubrió los oídos.
ontrol del juego y el pase a la siguiente ronda en sus
stás
jito que temió que no
eza, pero incluso en las sombras podía notar q
qué? ¿Qué v
os venir de este cuarto van a pensar que l
ar como matan a los demás mientra
es qu
s somos al menos nueve, si podemos desarmar a los
onda? Vamos a quedarnos aquí y esperar que los demás tengan suerte, y
de ellos se acabó el juego, no hay riesgo de que alguien venga antes de que se acabe el tiempo. Tenemos al fact
ando que es
hí viene
. Mierda
a puerta, yo voy a distraerlo y cua
primera vez que disparaba
onas que quieren matarme a tir
tás d
én que alguien se acercaba por el pas
bien se abrió la puerta dejó caer con fuerza el trozo de madera que la otr
derribada por un tiro en la espalda sin siquiera llegar a confirmar que la somb
o de arrastrarse y haciendo un ruido que causó que los vellos de sus bra
ier
alla
mo ca
ispa
a al pensar que esos dos asesinatos habían sido en vano y e
n haciendo? ¡Tiene
on un tiro en la cabeza a la pobre desgra
scargado y recogió el que la chica había
so de abajo. Con todo el escandalo,
que vas
rra para ponerle una ba
encontramos e
e enfrente en
leva el diablo a esconder en el armario de la habitación del lado opuesto, que ta
ar, su inesperado aliado rompió algo de una patada para qu
e miedo las detonaciones que hacían que la
eron a romperlo ni a moverse de donde estaban, con suerte el castaño había tenido éxito y el mal