Pequeña Mía.
suya, aceptando su ayuda para salir
agradezco con
edos con firmeza, su mano le brinda calor a la mía
lugar es espacioso, las mesas son de color caoba, hay flores por fuera del local que resal
no tan larga, desde mi lugar puedo observarlo, la cocina está al fondo
izza mediana y dos jugos naturales en una
con Mary
s necesario -advie
tiene límites y mucho menos se r
r la comida, no por mí -ab
desca
stampo la pizza en tu bonita cara -acla
lo que veo, buen provecho -dic
a imaginar por su comentario tan descarado. Si por mi cuenta pensaba en como usaría sus dientes p
información le da Mary de mí, debió elegir otro tipo de pizza, ni modos, es capaz de hacerlo para molestar
ue, terminamos en el césped de aquel parque, no nos im
un juego -ambos estamos acostados de lado, con una mano
ca es mala -
contrario -
le compré un departamento y al otro día la encontré con otro ahí, eso no fue lo peor, lo peor fue que me echó la culpa y luego, bu
los hombres a veces se meten con mujeres bien locas, aunque también le pasa a
uchas cosas en común contigo, puede ser con la que no paras de pelear, la que tiene pocas cosas en
tú y y
icamente. Se para del césped y yo me
amos?-p
é algo -dice
exclamo, volt
no hacerlo -comen
y echo a correr detrás de él mient
éeme que sí! -grito sofoc
er, hasta ahora es que siento qu
esto, Hugo< pien
ción, miro alrededor desorientada, hay un grupo de adolescentes cerca del la
lago, corro para pegarle un manotazo pero mi mano queda en el aire al ver que trae dos conos de helados en m
ge de hombro
uitándole uno de l
boles que desde allí me tapaban la vista, nos quedamos mirando la nada comiendo helado, hasta que
ugo y él
egativo en algo sin importancia y me saca una sonrisa, e
onde dejamos el auto estacionado, nos
i casa, no quiero darles sorpresas a los controladores de mis padr
r que no te divertiste -dice
nr
edo negar
de mis habilidades -dice,
onfieso miránd
ros acercándose, tiene una mano apoyada al auto mien
dejar de aproximarse,
sostiene con fuerza su camisa de los nervios, me siento como una adolescente enamorada. Me besa, el beso es casto, suave y lento que sab
umplir?-pregunta con normalidad, sigue siendo el mismo, ¿Qu
Me tengo que ir -me mira con tristeza. Me a
.
me lanzo a la cama mirando el techo embelesada, Dios, ¡me besó! Y estoy se
ción en el pecho aunque, a él le demostré otra cosa, pero Dios, me encantó, aún siento la
ncreíble, y sólo
este al instante, tal vez está en la empresa, ay, me preocupa t
tras recojo mi cabello, tomo mi celular para ver si tengo mensajes y me encuentro con un
gaste
, ¿
omo una
o, ch
mi puerta por lo que de
ndida, pero luego suspir
uda con un
a, a veces actúa como la mejor mamá y otras veces parece como si fuera m
al borde de la
stoy esperando -le reprocho molesta, yo no soy hipóc
, y serás una gran do
incorporo para estar frente a frente con ella. -. Me di cuenta que entre más