El arte de fingir
ios como los que acostumbraba a tener. Cosas que habitaban mi mente, haciéndose con el control de mi cordura. Co
mi vida dependiera de ello. Mi mente iba a mil por segundo, y cada agit
inas que quizás podía valorar llevar a cabo, per
to sorbo de mi agua, volviendo a dejarla sobre el hueco que tenia el aparato diseñado para eso, pensando y pensando en lo mucho que me había afectado la justificación utilizada por Nuria aquella noche donde trató de normalizar su comportamiento adúltero, comparándose conmigo, provo
ento ambiguo, decidí contratar un detective privado, que
Nuria, es que de darse el caso de que mi marido me estaba engañando, la pricipal culpable de permitírselo era yo, por haber mirado hacia otro lado todo este tiempo ante la evidente distancia que había impuesto entre los dos, así como su falta de in
los reproches de mi cuerpo por el exceso de trabajo innecesario, me daban la sens
e antes, pasaría por un restaurante a encontrarme con el hombre que sería det
nes que tomaba, tenía que mostrar un poco de valentía en alg
irma -y haga el primer pago no habrá marcha atrás -bebí mi café nerviosa, prestando atención a sus palabras salidas de dientes amarillentos por e
tí firmando el cheque por tres mil quinientos dólares y el contrato de sus s
rse de allí -ustedes las mujeres no se equivocan, y lo que les empieza a rondar la mente como una si
n marcha el plan para salir
ntrevistarme con alguno de mis autores, o tenía entregas por hacer. Sin embargo
a de la editorial cuando me ve llegar ataviada en un montón de papeles
regunté avanzando al elevador al tiempo que ella salía de detrás de su mesa
quí abajo. Le dije que no solías venir y estaba segu
odría decir que tierna, y me sonrió levantándose para caminar hasta mí. Era evi
inna, yo l
e dispuse a averiguar que pod
o que tomé por educación, a pesar de que me sabía raro que me llamara po
ed ?-le interr
sperándome, unos documentos que me ofreció y los tomé aco
un día podamos conversar. Me h
e como reaccionar. Me esquivó y finalmente salió de la edit
arlo, pero no fue así. Entonces decidí seguir mi trabajo y luego v