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RECUPERÁNDOLOS

Capítulo 3 ENCONTRANDO

Palabras:1418    |    Actualizado en: 20/04/2022

ra bastante tarde. Me dejé caer en el piso de una sala que ya no era ni la sombra d

s compras, al menos, pues en mi alacena ya no tenía

ción que me congeló el alma. Una niña, de escasos siete años, que era la viva imag

a pequeña, escudriñando con la

sos ojos marrones que se posaron sobre mí. Yo

nas y a mí nos gusta venir aquí a jugar. Jugamos a que s

-sentencié con la voz ahoga

por el lugar, como si estuviera fascinada con lo limpio que s

usité a punto de

do a sonreírme-, tendrá

saba por mi cabeza era lo que había pasado, yo no i

de agitar su mano frente a mí, y entonces se fue, dejándome

ves para conducir hasta una cas

día creer que él hubiera hecho eso, no q

arle cómo estaba yo, pero eso tal vez me lo había buscado. Aunque

n diferente a la que minutos antes dejara mi casa,

egunté con un

a mí sonrió, neg

ina, que retumbó en cada célula de mi ser, adolecien

ligué a tragar el grueso de saliva que me est

-pregunté fingiendo que no me

a la sala de una casa que

dejó, sin saber que dejaba atrás una

isto a mi hija. Estaba tan feliz de verla de nuevo y tan do

is brazos y llevarla conmigo a la fuerza, inspeccioné cada parte de esa sala, dá

e que entraba a la sala, mientras mantenía la mirad

cia? -preguntó mi

mataba. A él yo lo amaba con toda mi alma y, aunqu

-informé, inten

sonrió c

se tono frío que me quemaba la piel, pero solo fingí que eso tampoco me hacía daño, y le

rrera -añadí co

árgate de mi casa -

con ese gran hombre que era mi abuelo. Pues, aunque las cosas entre él y yo estaba

l llegar de nuevo a mi casa y encont

egunté con cierto enfado al h

ja?! -preguntó a gr

ues yo no tenía ganas de discutir

a -pidió furioso-, e

l vez si es

él-. No puedo creer q

bufar una risa que le molestó demasiado-. ¿

hija -argumentó F

mala del cuento, pero no lo era, aun

con las que venía esta casa era que yo no te diría nada. Así que no v

mó ese hombre, furioso-.

tir sobre ella con él. Yo no hablaría de Liliana con él, n

tenido que hacer y por lo que había tenid

a -pidió Fabián y me mordí el interior del labio hasta sangrarl

buelo con esto? -pregunt

l algo que siempre esperé, y qu

regunté levant

caer en mi perfecta actuación-.

eguré, mintie

tenerla. Además, Liliana era de mi abuelo mucho más que de nosotr

estoy cansada, y me pudre el

a, de nuevo, y él se fu

necesitaba comprender la confusión de ese hombre cuando ni siqui

la tenía, así que salí de nuevo de la casa, subí a mi auto y cond

cosas en el día. Además, yo debía levantarme temprano a la mañana sigu

quedarme completamente dormida, luego de darme un largo baño qu

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