El convicto
mento, señori
onde estaba Jacques, me guió hasta una suite y aq
demorar,
a de la habitación y me salgo a la terraza a mi
abía tenido me había calentado pero bien.
ocido espécimen -te he hecho esperar porque te imaginaba viniendo en la noc
de piedras de aquella terraza y su cuerpo se cernía sobre el mío, incl
negociar
adas. Ni siquiera tuve tiempo de pensarlas. Simplemente le hice
snud
en mi en mi oído y hasta brusc
ituirme aquí -aclaré girandome hacia él que me
rancaba la corbata y se soltaba los botones de la camisa -me parece un trato bastante razonable teniendo e
to sabía
a follarme?! -no quedó claro si
¡
finalmente sé quedó en boxer, negro de gabanna, y se se
ometes o no v
nterior y poco concisa respuesta y él, tan
las do
, D
chonda
os tíos a los que no debía estar pidiendo favores porque
ambién quiero obtener de tí, lo que yo desee siempre. Y ahora, lo que quiero es que estés sobre
que pidiera cuando ni siquiera sabía a qué me refería y por otro lado, saberlo y verlo duro por mí, y hambrien
ra, me acerqué a él, justo delante de su silla, donde estaba con las piernas abiertas y sa
e creció entre mis piernas cuando me saqué las botas y
er y cuando tenía mis manos en alto le sentí respirar entre mis pechos. Dejé caer la prenda al suelo, volando por
aba. Yo
ro y me temblaron más piernas, me aguanté
empujó hacia adelante para que me sen
n el aire, justo y ardientemente presionado por el
dedo lentamente por entre mis pechos sin
o como no
para sí mismo pero l
ntre mis labios mojados con sus dedo, dando vuelta
er, J
ro y me mordió el cuello mient
odía más y le sentí gruñir cuando su
hasta ella y
apreté y arrastré mi mano hasta el glande para pasar el
os masturbabamos. Me movía contra su boca, contra sus d
tar en forma de orgasmo y aunque no tenía intención de dejarme follar por él cuand
sus rodillas para moverme más a gusto y no pudo más
en la puta
entro. Mi piel le acog
rimos las bocas, echamos la cabeza hacia atrás y gemimo
has puesto condón,
me como un demonio
más y me dejé consumir por la p
ia, me dejaba caer sobre su polla titánica, casi disfrutando del cercano e
cuando lo sentí morderme los pezones y esti
or su parte interna y me abrió casi tanto que sentía que me rajaría los plieg
iendo la ra
ernas de nadie. Me guiaba solo con la fuerza de sus brazos y me p
o más profundo de mí y mis gritos se morían en sus labios
e ahora,
arde. Ya me había corrido
iente de cuando se acercó mi orgasmo hasta que lo sentí resbalar a s
o y nos quedamos mirando como el otro tra
r de besarme y caminó hasta la cama donde se dejó caer conmigo de
n mi boca porque mis labios estaban abiertos para él
e dentro de mí, subiendo mis manos hasta mantenerlas en alto y lamie
mo jamás había ansiado nada nunca y mi mente esta
onfesé encorvándome cuando salió y
y te daré lo que quiera
muslos mientras sus rodillas se clavaban en la cama, supe que podría mudarme a vivir al
para pedirme lo
sus labios mientras me mordía l
ó por romper el tanga quw ni recordaba tener puesto, así como n
me lleves con
guió unas cuantas veces más sin contesta
pagará por ello! -amenazó tirando del pelo para
irias dos cosas..
su manera de follarme tan desquiciada y a la vez me había quedado grat
hoy mismo para Francia y no volverás a
de salir ilesa de algo así, con alguien que no conozco y en un
erta. Prob