El legado
n Sl
dejar de asistir. Todos cuentan con mi presencia allí y aunque en
y el último, la cena de cie
ude ver nada más durante la cena y la perseguí por todo el evento hasta que la tuve entre mis brazos y la
elleza poco habitual y la manera tierna y ha
asta que no amaneció al día siguien
ver que su identificación personal no estaba allí, sospeché que quizás tenía la intención de cazar a un millonario estúpid
que se abrió a mi y me dejó verla al desnudo de cu
dejar de odiar la manera
la me hizo creer que tal vez podía ser distinta y estaba dispuesto a intent
i fueran luciérnagas en medio de la noche. Sus labios rojos, combinando con el color de su pelo
sin embargo, tenía otr
ado al lado de mi padre, en su lecho de muerte escuch
rminal, no quedaba dudas pero siempre tuve la sensac
su hermano, mi tío y su único hijo que era el más imbécil de todos los imbéciles que jamás he conocido. Siemp
in h
o a tientas mi mano, ya estaba ciego del todo desde h
as palabras suyas significarían
uí en casa tu madre y yo una s
bajo y no tenía a nadie más
de sustentarse. Peleamos fuerte y ese mismo día la chica abando
e al tanto de su vida y como pude, porque no me dejaba hacer mucho, le
conozco y te he educado, que no vas a desobedecer mi manda
o, que no he podido verla más y no sé como seguirá. Necesito
s de hombre. Cuida de ella como lo he hecho yo
o pudo dec
siguientes dos semanas estuvo en coma profundo, hasta que mu
eso me hace creer, que el único motivo por el que mi padre y mi madre discutieron aquella noche y la sirvienta
éndome delante a la única mujer que no querría jamas que fuera n
liendo su cuerpo. Sigo saboreando su piel en mis sueños y me vuelve loco s
salir corriendo a la mañana siguiente, pero ella, ella fue como u
ta, que es la misma que podría resultar ser mi
a en brazos de otro y me muero de la tristeza de pensar que jamás podré volver a hacerla mía y que he cometi
ha
da. Necesito que
én necesito
o que dice, ni lo que neces
que dices. Explí
mi casa. Me siento como puedo en el sofá principal y siento mi móvil sonar dentro del bolso q
e nuestros padres, donde yo solo me quedo con las estadísticas
bios explican,
ra en la terraza de un hotel y me llamaba la atención como podía mantener esta m
dad numerosa de veces que le pregunté por él
mo todas las veces que la empujé a tener una pareja y nunca quiso hacerlo, siempre dijo que éramos solo nosotras pero ahora, con este hombre con el que pasé la
mío!, esto
as a mi alrededor completamente descolocada porque no
que vayamos ahora mi
y quito las manos de mi cara, le veo delante de mí, desmay
an a su pecho, tratando de frenarle y terminan caminando por sus pectorales -te sigo tocando, y besando y poseyendo c
s dos y sin poder olvidar lo que hizo a
murió ayer
lo s
aci
en sus temas y suspiramos a la
esiento que él hace lo mismo por
n a hacernos los exámenes allí y en una
dije que no iré co
ue me aterraba que pensara que ahora que podía ser la hija
, sus celos y las inseguridades que no te
dar lo nuestro cuando yo no consigo dejar de pensar en ello?, y peor, Alhana, ¿ Cómo pudiste mete
o y alzando un dedo para él -. No te atr
quier
-susurro evita
e de pila y me arrepiento de marcar
to la molestia
y como no lo saco de su error su frustración va in c
e pertenece, así que técnicamente estas en la calle -le miro más dolida de lo que él puede saber y me re
bramo
sabe lo que hace y que todo el despliegue de seguridad del que siempre p
é con él,