Adicta al placer
erdad es que no. Mis padres, para variar, estaban fuera, y Rubén y Linda aún no habían regresado de la universidad. Por lo tanto, me pasé casi todo el día sola en
e la moto de Rubén, simplemente no podía dejar de pensar en lo bien que se había sentido hacerlo, lo liberador y placentero que había sido, y solo quería repetirlo cada día. Quizás no la p
había buscado antes ese tipo de contenido? Había muchos nuevos, casi todos lésbicos, y esos estaban entre mis favoritos. Creía que me volvería una experta d
en el escritorio, ya tenía el saco abierto con las tetas al aire, y las tenía muy lindas, por cierto. La morena le empezó a chupar los pezones y luego saltó directamente a mamarle el coño, de una manera muy sensual, con sus lab
orena estaba inclinada sobre el escritorio con la otra secretaria desnuda detrás de ella pasándole la mano por detrás, aunque todavía llevaba la tanga. La rubia se la bajó y le frotó el coño muy suave y sensual, hasta hacerla gemir. Después se besaron sin detenerse ni siquiera en los gemidos. Otro salto
ua muy suavecito en el clítoris, haciéndola gozar de lo lindo. También estaba usando su dedo medio para follarla sin dejar
do a que no había salido de casa en todo el día. El clima estaba muy fresco, pero el calor dentro de mí me iba a hacer estallar
én. Seguí aún cuando se acabó el video. Estaba gimiendo como loca, concentrada en esa imagen, imaginándome en el lugar de la rubia, con la secretaria morena mamándome el coñito y follánd
o. No esperaba que llegara nadie a esa hora
desastre de mis sábanas, pero el timbre seguía s
n un tono bajo y sa
os de pijama y una blusita a juego sin sostén debajo. Y sudada, muy sudada. Esperaba que no fuera ningún
Solté un suspiro de alivio al abrir y verla.
eaños! -excla
ero roce de su enorme pecho contra mis pezones dur
me dio la impresión de que su mirada se desvió hacia mi pech
ré la g
le dije-. No sa
ees que no vendría a ver a mi mejor ami
de hombros
e en el fondo me alegraba que al menos e
illante de su mochila-. Mi hermana mayor y yo te compramos especialmente esto para ti
igada, así que intenté to
ijo y la retiró
nté con una ceja ele
después que yo me vaya... y cu
mueca de
o nada -le dije y
ca risa divertida y me
có-, lo entenderá
le di las gracias. Ciertamente
preguntó Elena de pronto
aba viendo
bor de mis mejill
ijo-. Pues vamos
ella estaba subiendo las escaleras casi corriendo. Nos conoc
era el desorden y la laptop abierta claramente no en una página de películas comunes. Su boca se abrió en
o-. ¡Eres más sucia
bajar la mirada y poner la caja sobre la mesa de
la moto de tu hermano, ¿eh? -me p
fiado algo tan personal, pero ella tampoco se guardaba
e dije-. No sé par
ntenté cerrar la lapt
que vería contigo lo que
video de las secretarias una vez más y a mirarlo con detenimiento. Por otro lado, yo no dejaba de mirarla a el
retaria rubia. Ella también tenía ojos claros y el cabello dorado. Nunca había visto sus tetas, pero pensé que quizás eran incluso más grandes que las de la mujer en el video. ¿Serían tan excitantes como las de la s
os humedeció y, cuando menos lo esperaba, me besó. Lo mejor de la t