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Los tonos negros del arcoíris

Capítulo 3 La cena

Palabras:2453    |    Actualizado en: 19/06/2022

e lavaba los dientes en el baño que estaba dentro de la recámara. Después de dejar a Sunny, Milus había decidido volver

se limitaban a dar su opinión sobre lo que pasaría con él de ahora en adelante. Si sus pad

os más seguido -dijo mirando hacia el techo, luego alzó su man

o y no lo sabría. -Aaron enjuagó el cepillo y lo guardó. Pasó entonces una toalla p

tró el celular desde su sitio en el

die! Un simple tipo

ara ese momento Aaron ya se había lan

danza! -s

tipo de romance platónico? -Milus mos

io que había visto algunas ocasiones en su pueblo natal. Desde el primer momento su corazón latió por él, lo seguía cuando tenía la oportunidad, y en uno de esos momen

ó una ceja-. Bueno,

e muy

un genio. -Aaron pareció perdido por unos segundos, pero

ulpa por no ponerle contraseña -Aaron le sacó

aría con alguien más acerca de sus sentimientos por parte de aquel nuevo

*

ro con los Kraft, pero ya estaba listo. Esa mañana despidió a Aaron y este lo ani

e un poco de perfume. Tomó las llaves

espués de todo los escuchó pelear y vio como un osito de peluche atravesaba la puerta y se estrellaba en la pared, ¿cómo

a oscurecer, así que esperaba que la cena no se extendiera mucho para regresar en buen tiempo. Subió hasta el piso número siete y una vez que llegó tocó el timbre de la puerta trece. Vio al vecin

llegué a pensar

ha hec

arte pedirte vivir aquí -dijo la joven-. Pero pasa, estaba terminando la cena. Siéntate e

oso, pero sí más grande de lo que había imaginado. Mientras esperaba sintió la presencia de algo más frotándose en sus p

qu

í y dejar a Milus solo!

era más gruesa, gruñona, s

o por la ventana! -Se escuchó un portazo, luego Sunny apareció con una sonris

dea de su hermana, y él no podía quedarse en un lugar donde no era bien recibido. ¿Por qué tenían que ser así las cosas? Siempre había tenido buena suerte, en muchas ocasiones, c

y se encontró con una figura alta, cabellera castaña, casi oscura, y ojos marrones tan vacíos como un pozo sin fondo. La expresión en sus l

onunciar, pero en camb

os, el cabello enmarañado y no tenía zapatos. Era más que obvio que jamás est

eres

us entornó los ojos, una sola fra

Marcus no hizo ningún movimiento, entonces el joven agitó su cabeza al recordar q

, por la sorpresiva muestra de confi

enfriará. -La chica escaneó a su

*

pinaba mucho. Milus se dedicaba a asentir y mencionar alguna frase de vez en cuando, al contrario de Marcus que no decía n

o como el castaño dejaba de mover el

su boca- ¡Soy de Judae!, es una

ran coincidencia -dij

. No estamos atrasados con la tecnología, aunque tampoc

a trabajar, no a

pués de todo, has cuidado de mí desde la muerte de mamá. Yo ta

ta -pidió

tuación. No solo era el sentirse vacío sin nada más que el sonido para recordarle que seguía vivo, sino también esa energía tan neg

esos sentimientos. Nunca se había

sa no va a mantenerse sola. Necesito el trabajo -explicó ella-. Judae no está tan l

e la silla y golpeó la mesa. Los p

ndrá la casa limpia mientras tanto. Tienes que convivir con las personas, no

bajó la mirada, aunque Marcus no podía verlo, impo

ormitorio. Milus descubrió entonces que Marcus había memorizado dónde e

-finalizó Sunny, dando

cumplido hacerle, más bien había sona

unque no quiera. Lo que dije no es mentira, el dinero se agota, necesito

ro ser indiscreto, pero

onoció, pero no le pareció prudente. Sunny en

hace mucho tiempo. Antes solía venir a vis

hó?, ¿p

a llegó de visita y ella lo acompañaba, él esperaba que Marcus la aceptara y lo entendiera, ¿puedes creerlo? Salir con una mujer que podría ser tu hija y encima ser la e

debió ser para Marcus. Ahora lo compadecía u

perdón por esta cena

pes. Te ayuda

raerme un poco, no quiero que s

agradecimiento p

uvieron más tiempo para conversar y hablar de sus vidas. Milus no dijo mucho de su

una mala idea, pero no quería irse con ese mal sabor a

isto, no es muy ama

remos juntos, tengo q

la derecha -dijo-. Estaré pend

do esperando un poco de atención. Se detuvo en la puerta y tocó

us, ¿pue

guno. Cuando entró buscó el interruptor de luz, lo encendió y descubrió que la habita

rmario con puerta corrediza y cajones, y una única ventana con las persianas cerradas; el cuarto tenía alfombra. No había mucho más, excepto

ro no de la manera que esperaba. Milus tuvo que taparse la boca para que

r la habitación ignorando que tenía una visita no requerida. La vista de M

la presencia de alguien más. Milus entonces se vio contemplando ese cuerpo. Nunca antes había visto a un chico desnudo, ni siquiera había imaginado a Sean, pero ahora,

y girar en su dirección. Se fue acercando hasta posicionarse enfrente y muy cer

es en mi

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