Enamorada Del Aleman
abitación un médico, con anteojos, de
e lo tenso que lucía su rostro. Reparó detalladamente a Dania, y después de mirar unos papeles
Ere
que la pregunta, le causaba cierto t
lemania; ya que el mes de enero del año anterior, Adolf Hitler, había llegado al poder. Ella había escuchado a su padre en repetidas ocasion
echos de los judíos. Además de
terrar a los judíos. Por supuesto que lo que estos jóvenes exponían a Dania le parecía una exageración, pero de alguna manera al mirar la cara de
ntestaba, y lo tensa que
l medico de su tío Josu
é de esta manera. El gobie
ersonas judías... Sin embar
te trajo en brazos, e in
tención médica, fue el of
que su familia es tradici
ido a que el mayor de sus
... Simplemente no coloc
irte lo antes posi
escanso al escuchar la
n se regulari
la lo observó cuando iba
disimulada sonrisa e
das a tu
nia ya estaba lista para irse. En
volver a contemplar las fa
piro, a solo unas horas de
sus ojos toda la humanida
on la mirada penetrante y
evitar ponerse tensa. El uniforme que el exhibía con abismal orgullo, le ponía nerviosa. Lo único que le
o al dirigirse a D
a sentido,
podía decirle a ese hombre su nombre; ya que tanto su primer nombre, como el segu
s el nombre de la seño
rostro al mi
ico. Qué estuviera allí lo irritó. Así que lo mi
o veo razón o creo sea necesaria
a la paciente, y algunas instrucc
... - Contes
y le dijo, con u
ero la espero en el pasillo para l
de Hans, le insto a decir que no,
responder que no a la propu
ento. El médico no podía
. Ya que por ocultar la in
administradores del hospit
u familia. Teniendo en cu
resp
o... Pero mi familia ya viene por mí... L
ón de desconcierto. Él estaba seguro
ayor, Hans se había dirigido a la habitación en la que le habían dicho que se recuperaba Dania. En esos momentos necesitaba de una mujer, lo que estaba ocurriendo con su familia era algo que quería olvidar, aunque fuera por algun
ar tranquila. El médico, que por u
serenidad en su r
.. Así evitaremos pr
ía. Nunca pensó, sin haber cometido un crimen, sentirse como una criminal. Por un momento se preguntó si ella misma no estaba exagerando. Él le parecía tan interesante. Por qu
sibilidad a los profesionales judíos, de ejercer cualquier carrera, en cargos públicos, y de tener una pensión. Pero lo de prohibir la atención en salud a los judíos, era algo
hó un poco para observar a la persona que llamaba su atención desde el auto. Por un segundo pensó que era su primo. No pudo evitar palidecer al darse
sa preguntarte, ya que puedo entender que tienes tus propios motivos.
comer algo a un
o más natural que podía. No solo le
ía sido muy amable con ella. Entonces con una
o... Es que
zco de antemano lo amable q
ón quería correr. Sobre todo después de darse c
que se llamaba Sofía, era una muje
ital, él estaba debatiéndose, entre a cual de sus amigas buscaría, para que le hicieran compañía. Pero al verla decidió no conformarse con la anterior negativa de Dania. Hans ahora más que nunca quería acercarse a ella. En su mente, ella representaba en ese momento un trofeo que cons
la temperatura era bastante fría. Aunque la familia de Dania y ella, no se consideraban Judíos que vivieran en Francia y Alemania; sino, que para ellos el judaísmo solo era su religión. Ya que ellos se veían como alemanes y franceses que practicaban el j
ra tu salud. Como no quieres que te lleve a tu casa, que te parece si solo comemos al
o en Berlin, la poetisa Else Lasker-schuler, a quien Dania admiraba, solía hacer tertulias. Además de ellos; en el café, tambien habían sido clientes habituales, escritores, periodistas, pintores, científicos y políticos, entre otros; como Rosa Luxemburgo. Quien era centro de la aspiración de Dania. El pensamiento de Rosa Lu
ria ju
o enseguida bajo su mirada para evitar que él notara su expresión. Después
volverlo a tener en nuestras
l mesero mientras recibía,
lante de él, y siguiera al mesero. Al llegar a la mesa, en gesto de caballerosid
e eran originarios, eran de industria alimentaria; pero su tío en Alemania, desde su juventud, se había enfocado en la industria automotriz. D
ver a verte. Pensé qu
en Dania, con una mirada, que a Dania le dio la impresión que era alg
dio la mano). Solo est
Jeins, sin dejar de mirar a Dania, lo
e disfrutar de los deleites de las mujeres. Ya que a su amigo le era conocido, que en los planes de Hans no estaba el cortejar a alguna señorita de buena familia para casarse. Dania al observar la actitud de Ha
e... Y no e
ada fija y desconcertada de Hans y la sonrisa irónica de sus dos a
ácter, de donde la sacaste? - Pronu
r eso, que es la primera mujer a
ajaj – Am
Se despidió de ellos, y pidió los
le ese desplante ante toda la sociedad presente y ante sus dos amigos. Muchas mujeres desearían que él