Enamorada Del Aleman
su hermano Roberts y a él desde que era un bebe. Una mujer de cincuenta y nueve años, alta y robusta de ojos claros, con un cabello en el que a pesar de ser castaña, la mayo
a mujer. Al venir las imágenes de lo sucedido a su mente, sentía molestia por haber golpeado a Jeins, sin siquiera pensarlo. Tensaba su rostro, empuñando sus ojos, y pasándose las manos por su rostro, en señal de arrepentimiento. Debía buscar a Jeins, debía pe
ritorios a su país, los cuales eran importantes para la recuperación de la economía, y le impusieron una multa de una descomunal suma de dinero, imposible de pagar en las condiciones en las que quedó la economía de la nación después de la guerra. Sin duda, la aceptación del tratado de Versalles, había sido de las peores cosas que le había acontecido a su nación. Y esto era
aún podía interiorizarlas. Y aunque la noche anterior, había buscado refugio en los brazos de una de sus amigas, las huellas de la sensación que dejó en sus labios el tímido beso de Dania, no había podido ser borrado, ni por la más férrea tormenta de besos apas
ra un honor, sino que además era un privilegio que no cualquiera tenía. Esto debido a que el ejército alemán había sido reducido garrafalmente, después de la primera guerra mundial, de 780
y exclusivamente, a su familia; por un lado, por la tradición militar que esta tenía, ya que eran reconocidos porque empezaron a formar parte del ejército alemán imperial, desde 1871, cuando fue creado este, habiendo hecho parte incluso de la prime
obtenerla. Lo que temía Hans, y esperaba estar equivocado en ese pensamiento, era que la manera de obtener ese capital de sus tíos, estuviera relacionado con él. Más exactamente, con un matrimonio. Sus tíos, desde años atrás, ya habían tratado de hacer que él se casara. Era el único varón de la familia que a su edad de veinte cuatro años, no tenía esposa ni hijos. Este hecho, en especial a su tío Ralf, le molestaba; ya que u
aba su padre, detrás del gran escritorio de madera de castaño del siglo XIX, que le daba un aire de majestuosidad que su padre tanto le gustaba. Al mirar el escritorio por un segundo, enjugo una saliva amarga, al traer esa imagen, un recuerdo de su niñez. Hans había sido un niño muy inquieto, y aunque su interés artístico había comenzado desde bebe, fue a la edad de cinco año
sa mirada caída y distraída que visualizaba en su hermano, solo podía ser producto, de lo mucho que le a
delante,
abían estado distraídos observando por la ventana, enfocaron su vista en él, solo por un segundo, antes de voltear
Hitl
es victoriano, que estaban a la izquierda del despacho, los cuales haciendo juego con el escritorio de Cáñamo, engalanaban la estancia.
s habían hecho algo tan bueno... Nada má
nte de haber tomado el trago de coñac, Heins el segundo hermano de su padre, quien a sus cincuenta y cuatro
rancesas... Yo les perdonaría por e
s con Dania. Trago saliva e involuntariamente hizo una mueca, bajando su mirada, que fue
experiencia con una fran
las palabras exactas para responderles a su tío Heinz, al igual que a su hermano y su tío
enada... Te acercas a una mujer francesa y uno no tiene la certeza de que su sangre sea pura. Es decir; puede pasar que entre sus antep
seguridad, les hizo comprender a los presentes, que a Hans le gustaba una francesa. Hans estaba sumergido en sus pensamientos. El trataba de entender porque lo dicho por su tío le hizo sentir una sensación en el estómago, que solo era comparable al temor. Sofia (Dania), no le interesaba. Porque sentía angustia
n negros... Ni siquiera creo que el cincuenta por ciento lo esté...
dirigiéndose a la venta
tar con una francesa no es algo que se pueda permitir... -(Prendio un cigarrillo y dio una bocanada antes de continuar)- H
oniendo no era algo que no hubiese escuchado. Desde que estuvo en las juventudes Hitlerianas le había quedado claro, la importancia de no contaminar la sangre, emparentando c
hitleriano no era muy conocido para Heinz. Él al igual que la mayoría de los generales de la Reichswehr, (aunque no en todos) tenía un recelo de escuchar la doctrina hitleriana. Le servían a Hitler no por convicción ideológica, sino por la lealtad y sumisión que la tradición dictaba, que debían tener hacia el estado. Este era el motivo por el que la institución en general, se sometía ciegamente, a las decisiones del gobierno. El profesionalismo inculcado, les dictaba no opinar de asuntos políticos. Lo que pensaban los Nacio
o para la preservación y ponderación de la raza aria, del cual, toda su familia eran, por sus rasgos físicos, dignos exponentes. Esa era la razón por la que de alguna manera siempre había tenido un pensamiento más en común con su tío Ralf, que con su tío Heiz. Sin embargo en ese contexto, se sentía molest
do que le tocaba heredar la administración de la empresa familiar, había dedicado incluso su juventud para prepararse para ello, se dirigió a Hans y a sus
para enjuiciar tus gustos en mujeres... mmmm... (Bajo su mirada apretando su mandíbula y continuo ha
da. Al mirar a su tío Heinz, este también le desvió la vista. Fue en ese momento, cuando su
rlo tanto y buscar soluciones al problema de la empresa, hemos encontrado que solo hay una solución posible... Para serte breve te d
ía. Asi que en ese momento tuvo claro, que el sacrificio iba más allá que el de un simple matrimonio. Por alguna razón su respiración, que había pasado a ser más lenta, podía ser sentida en cada espacio de su ser... Una parte de él, quería enterarse rápidamente, qué era lo que él tenía que hacer para salvar la empresa. Pe
bro de creciente importancia en el partido Nacional Socialista, ya que se había cobijado bajo la sombra de Heinrich Himmler, líder de las S.S. Después de la muerte de Ers Rohm, quien había sido el líder de la S.A. y de quien había sido amigo personal, habiendo tenido que traicionarlo para
capital. Pero no te estaría diciendo esto si la
sintiendo que su cuerp
reacción se apr
an, no lo cederían sin que antes media empresa pasara a ser de ellos... Es por eso que hemos pensado en hacerles esta prop
chando estas palabras de tu boca tío... - L
lado y continúo diciendo,
ero tranquilo... aunque va a ser un matrimonio legal, no vas a estar obligado a interactuar siquiera con esa escoria judía... Solo será por un año, o quizás menos. Sé que una de las próximas leyes que el fuhrer pronto instaurara en contra los judíos, está relacionada con la prohibición de matrimo
buscaba sacar partido de su posición, para quedarse con una empresa judía, que debería de ir a las arcas del estado, para que hubiese el dinero suficiente, para que la nación saliera de la miseria. Lo que su tío trataba de hacer, si el partido se enteraba, seguramente lo llevaría a la orca o al fusilamiento, y de paso a la familia, al deshonor y la desacreditación, que sufriría no solo él, sino también su tío Heinz y sus primos, hijos tant
iensa la mayoría de los alemanes por lo que hicieron en la guerra. Lo que propone tu tío no es tan descabellado
su tío y con una mirada fría
a a morir no me importaría... Lo que me preocupa es que no podemos adueñarnos de los bienes de ellos, que deben ser para toda la nación... No somos los únicos que estamos sufriendo las consecuencias de la traición de los
o que había dicho Hans, era también su pensamiento. Su código de honor, le obligaba a no buscar ganancias deshonestas, ante la miseri
de quedarnos con la empresa judía... Ten e