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Mientras te recuerde

Capítulo 2 1.1

Palabras:1080    |    Actualizado en: 27/06/2022

sus brazos, a pesar de que cada fibra de su ser le gritaba que era real. Que todavía sentía el calor de sus besos sobre los labios, el tacto de sus manos cuando recorría la piel desnuda y el

ber que, por más que lo intentara, él era produc

s y maldijo encontrarse en aquella habitación. Era muy complicado amar dos vidas, amarlo

Elena le propinaba. Antes de que le diese paso, su mejor amiga se avent

de la mañana y tienes la marca de la almo

ra de tirantes ajustada, unas mallas del mismo color y unas deportivas. La tela se le adhería al cue

ndo y caminó hacia ella, la apartó y

ó en el taburete junto a la barra americana-. Corro cada mañana para est

iaria. Elena y ella eran amigas desde el instituto. Desde entonces fueron inseparables. Llevaban diez años compartiendo un apartame

cendió. A los pocos minutos el delicioso

os. Agarró la taza, agregó azúcar y leche-. Necesito mi

no puedes s

no me habría dado cuenta, ¡mira qué eres lista! -Sujetó la jarr

isma meticulosidad, sostuvo un paño y lo paseó por la parte baja para asegurarse de que no estuviese manchada. En el momento que fue a dejarla sobre la

bsesión con que se pueda pasar la lengua por encima. -Elen

esos días estaba desbordada. Buscó un posavasos y dejó la taza sobre él. Se sentó en e

ablar. -Su amiga la mi

los brazos al pecho y darle la espalda m

la escueta

ecto en su organismo, el sueño de la

escucho gritar como la llorona, Carlos por aquí, Carlos por allá, Carlos dame más duro. -Con la t

ó como un costal de patatas al suelo, con las piernas enredadas entre la

tía?! -aulló con la

y fue dándose la vuelta hasta que quedó miránd

tan gris, ni la mañana tan detestable. Ver a Elena como una rana en el suelo debatién

nga en el cuerpo hasta la última gota, estás jugando con fuego.

las pesadillas? Las tienes desde que te conozco. Tal vez la psiquiatra... -Apur

Estoy bien y no hay más que

erir unas cuantas maldiciones se dirigió a la habitación, a la vez que sintió en su espalda la presencia de su a

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