Trato con el Diablo
Leo
n cada paso que doy, no es mi estilo, sin embargo, me veo aquí, detrás
lo que se le venga en gana, tampoco tiene que provo
niñata me provoca, me saca de mis casillas y no se queda callada. Sus desafíos prov
uo como yo, no he terminado de vivir, pero con la vida de esa
dome que disculpe los berrinches de su hermana, q
co, el chico tiene razón, pero eso
que su hermana y yo tenemos una reunión en la que no está invitado. Obviamente,
n un nido de víboras, no me gust
s que la suelte o es capaz de llamar a su padre para que me p
ta llegar al nivel de caerle mal a la mocosa. Ella me exige que le d
el aliento-, espera...-me detengo, le doy la oportunidad qu
so! -protesta, llena de ira viene directo a mí, hasta darme una palmada en
o ahora seré un ¡Niñero! ¡Mierda! Esta mocosa me sacará canas verdes, no me siento di
o se ha eliminado. Mi padre me ha presionado a casarme con la mocosa o intentar recibir una enorme recompensa, por el
o estresado, ¡Claro qu
, pero a la vez te molesta mi sinceridad -mis palabras salen tipo juego de
ceño, sin quitar la mirada del camino,
, que me derrita ante s
a los estribos-, no te preocupes damisela en apuros, puedes irte donde papi y dejar que
Pao
iene de una persona que no le importa lo que piensen los demás, personas que solo ven por sí misma sin importar lo que la otra persona siente y deje sentir
ualquier ofensa que quiera hacer. Tengo claro el límite que puedo y debo cruzar, no me he dado por vencida por el hecho de que ese hombre está como qui
rir, también quiero que él se enamore de mí para luego ser yo la que lo desp
a niña, hay demasiada diferencia entre un