Trato con el Diablo
digo de la nada porque mis ojos no se percataron que estaba detrás de mi frágil cuerpo, hasta e
un gran hombre, no un gran hombre no, eso le queda tan grande, es mejo
itos de mi padre, se ha llegado el momento de que me enfrente a mi padre y le
media vuelta y de una vez le doy mi rostro de niña buena a mi padre, diciéndole que
y buena en la anatomía humana, me encanta el cuerpo, pero el de mi hermano o familia es algo asqueros
l parecer papi está furioso por lo que su hijo está haciendo, hmmm, he prov
o y de mi padre, me esfumo porque no me convi
masiada flaca, aunque mis amigas me alientan diciéndome que debo esfor
ad de que por eso
, soy tu conciencia y tu autoestima que te reclama que dejes de senti
azón, pero solo por eso no
re aparece de la nada y para dec
ro, es tan mala que cree que puedo matar
con mi padre, a ella no la puedo engañar, no, es tan astuta que puede ver má
mi hermano me ha dejado plantada y que lo he encontrado con una mujer y
orra a mi habitación porque ella se encarg
no. Pufff... Ya me acostumbré a las injusticias y por eso no gastaré mis palabras en discusiones que s
e que soy su hija, pero eso
y a paso rápido me dirijo hacia la casa, no puedo evitar el nudo que se me hace en la garganta, me obligo a no llorar, me exi
mente a mi madre, sin embargo, ella no
viene saliendo de la casa, ella no se ha dado cuenta de que la persona a la que le está diciendo es a mí y no a mi madre, todo porq
ue últimamente la culpable de respirar, soy yo -penetro la mirada seria sobre ella, me
date cuenta de una vez que la única hija ere
hija que se ti
abeza, con nerviosismo extiende sus manos y enseguida se acerca a mí para darme un abrazo-, no,
ía cre
porque mi papi jamás permitiría que me casara con un desc