AMOR A LOS TREINTAYSIEMPRE
fiesta, los Nicholson siempre fueron de mi agrado, que lástima que su hijo no fue el mejor, hubiéramos sido
ncia, solo era risas, baile y por supuesto diversión , recuerdo que la mejor amiga de su hija fue con su novio, un chico guapo, joven de unos 22 años , llamaba más la atención que los demás
bien, pero con Susan era especial se habían entendido de una manera que no tiene explicación, mi hija era hermosa, pero aún tenía un cuerpo delgado nada marcado para su edad, era aún una joven inocente, nunca había presentado
o fascinante, pero se veía un poco engreído, no sé porque llamo m
a se entendían muy bien desde siempre, nunca puse en duda el trato que ella tendría con él, así que tenía todo el permiso de frecuentar su casa, así que mi tiempo era solo para mí y mi trabajo, en la oficina contaba con
trabajo y mis hijos era todo lo que yo tenía, según yo era feliz, de vez en cuando recordaba una de las lecciones que me había dado mi ex amante Joak , esa lección de la a
scuche a mi se
tá pidiendo la empresa para su perfil, ¿podría leerlas por favo
erían que mis estudios fueran más avanzados, ya que había un proyecto a largo plazo donde debía hacerme cargo, pero solo con mi pregrado no podría hacerlo, así que se me exigía hacer un doctorado, tantos años despu
un doctorado era muy difícil que nos encontráramos allí, teníamos horarios distintos y ella siempre estaba ocupada o compartiendo con su amiga Chantal, y un nuevo amigo que le había presen
fue en tu primera c
ta de hacer algo que me gustaba y en el fondo sabía que me haría sentir bien, frecuentaba personas más jóvenes que
que me ayudaba a ocultar mis kilos de más que al ser sincera no me molestaban para nada, estaba segura de quien era y la razón por la que los tenía estaba a mi lado y me hacía feli
nes, la sola idea de obtener mi doctorado para ese nuevo proyecto me hacía sentir exitosa y ferviente, si bien no tenía amor, tenía un envidiable sueldo , unos hijos hermoso
mis compañeros, todos sabían quién era yo, era la CEO de una gran compañía, despe
algo que parecía ser sumamente normal, los primeros días entramos en confianza y con el paso de los meses Roberta y yo nos habíamos convertido en las mejores amigas, yo le contaba lo poco que pasaba en mi vida, mie
o pequeños giros, ya no me quedaba en casa los fines de semana simplemente pegada a mi pantalla plana, si
oco más a mí, empecé a comer más saludable a hacer ejercicio, estudiaba fuerte para mi doctorado, Susana era más independiente, y Eithan había
la buena vida, libamos de compras de vez en cuando, íbamos a spa, nos hacíamos masajes las uñas, una reconstrucción capilar, mi aspecto poco a poco fue cam
, y aunque ya me había resignado a la soledad me estaba dando un tiempo para mí y sí que lo necesitaba, con el paso