Tentación y Mafia
e se encontraba el pequeño departamento de
Camille- creo que tengo una
á bien por ésta noche- r
ra indicarle el camino, era la primera vez qu
que servía de comedor, una habitación donde ella dormía, una pequeña c
brir su p
Edward- ponte cómodo mi
le- dijo él- co
cocina pensaba "se
dijo ella volviendo c
a mano de Camille y lo s
es sol
s la primera vez que reci
do- por cierto ya es muy tarde y voy a dejart
ero en un pedazo de p
esentación y se la entregó a ella,
fiscal d
nes para lo que necesites-
ñó hasta la sa
ilegio de pisar tu cas
buenos amigos. Camille se quedó mirando
or un fiscal del estado", lo mejor era no volver a
e hombre sabía lo que a ella le había sucedido, era un fiscal, com
pensó mejor
nadie, solo trabajo con Jared Corbit y eso no es ningú
le había ocurrido, se sentía molesta con éstos do
lgo cómodo para ella. Él la había llamado para hacerle confidencias, tenía un año trabajando para
ro le había dicho que iba a averiguar lo que sucedía, pero todo siguió igual; un día se se
o- en este tiempo me has demostrado q
nada- dijo ella con preocupaci
muchos enemigos, Camille y quieren mi cabeza, pe
mafia, era la confidente de un mafioso, llevaba todos lo
tos tipos que obviamente estaban buscando información y
ía sido una buena noche. Llamó a su jefe para referir lo acontecido, ob
su jefe-estaré fuera de la ciudad, así que
e vivir éste tipo de situación, no podía quedarse de su sueldo, a
estaba paranoica pensando que todo el
se día se dedicaría a descansar y
l fiscal, al inicio pensó no contestar y bloquear el númer
ludó ella-
alice la denuncia en contra de los que te per
dijo ella con mucha cautela- gracias
rd - me alegra mucho porque necesitas relax
acer un poco de limpieza en é
a modo d
tarte a salir por allí -dij
ía ser más tarde-
Edward - ¿Te parece a
ra está bien
erlo" "y allí estaba aceptando salir con el tipo" "definitivamente estaba
seguir su corazón y que pasara lo que tuviera que pasar, ella no estaba al borde de l
ó un baño y se dedicó a prepararse su almuerzo, no tenía mucho en su despensa, necesit
prado en una venta de segunda mano, nunca había tenido oportunidad de usarlo, ésta parecía
ces al espejo, se sintió algo cursi con ésta actitud, tenía ya veintitrés años, no era ni
años, quien estaba de visita en la ciudad y necesitaba una amiga para llorar, pues le habían roto
puerta de su departamento, se levantó como si tuviera un resorte, se vió nuevamente al espejo y se asom
su mejor
y lista!- dijo
n las chicas puntuales!
a una cita, su mente se rehusaba a pensar en las