Negocios con la Secretaria
o, una vez más la detallo de pies a cabeza, per
se, señor
e despide y abandona l
a del matrimonio. Cuando de pronto, observa algo muy peculiar en los ojos de Héctor. Era ese tip
elta para empezar a caminar de un lado para el otro -. Ni
ta, ¿No lo
o me casaré con tu
uelo aprobaría en cuestión de segun
bable es que nos pida dinero o nos mande al demonio, y si el abuelo se entera de que le hemos ofrecido dine
er, mi querido hermano. Y de eso tú no tienes n
él no era malo con las mujeres, simplemente se iba al grano con ellas. Pero la secretar
da, o tiene mil gatos en su casa. ¿Ya pillaste como se viste?, estás deme
eso, yo me encargar
puedo creer que quieras que me case con esa chica desaliñada. ¿Sabes que salgo con chicas atractivas? Nadie
lo y algo de molestia. Intentaba buscar la solución para s
cho en tus manos, y no estoy dispuesto a perderlo solo porque tienes un berr
tor, no me
n maldito ligón. Serás
me tengo que ac
ñorita Jones, era posible que ella aceptara casarse, pero llegar al punto de intimar con el idiota
inconveniente, no estoy seguro de que
, muy mayor... pierdes el tiempo pensando en esa chica, es obvio que no ace
arte, y hacer lo qu
, claro que las tenía, pero implicaría dejar en la calle a su hermano, y Héctor había trabajado much
retaria acepte este estúpido ju
será
-Aunque no quisiera, l
las cartas sobre la mesa. Y le har
r, parece una monja. Al abuelo no le
recatada. Pero de todas man
ayamos por un trago, la verdad
esta el mayor po
.
regañaba por haber entrado sin pedir permiso. Al salir del edificio, la pelirroja tomó un taxi directo ha
usita cerrando los
se despabiló pensando que llegaron muy rápido, o es que el taxista iba corriendo como un loco, saco unos billetes y p
l llama su atención. En letras rojas y gran
mentos en su bolso -. Observa las escaleras mentalizándose que debía subir 7 pisos, ya que el bendi
.
frontar a su secretaria esa mañana y proponerle el mejor negocio de la existencia. Era beneficioso para los tre
estaba. Eso sí le pareció muy extraño, ella siempre era puntual. Miró
puerta y se encuentra con la señ
ías, seño
no había
lema, señor? -Su puntualidad y organización era u
de manera seria conduciendo sus pasos h
uerza, el miedo se estaba apoderando de ella. No recordaba haber hecho algo ma
algo malo,
za sus manos -. Es un asunto pers
la agranda la h
, está