ENAMORADA DEL JEFE

s mujeres hermosas. Andrew igual veía a su alrededor, el lugar era muy agradable. - ¿Qui

voy a espantar a nadie. - Connor sabía que su amigo llevaba una gran cruz acu

s un gran hombre, y mereces más, mucho más de lo que re

inseparables, eran más que amigos, eran hermanos, que aunque no tenían la misma sangre, podían comprenderse y apoyarse en todo, en la más mínima trav

w había notado como varias mujeres trataban de llamar su atención, pero las mujeres fáciles lo irritaba, por lo que siguió buscando con su mirada, hasta que encontró a dos hermosas mujeres a unas cuantas mesas de la de ello

ñía - dijo dando por hecho que ellas se irían con ellos

sas - dijo sin despegar

me quedo con la pelinegra.

e a mí me gustó

paso seguro se dirigieron hasta la mesa, ambas mujeres pusieron

imero que habló, Kaelyn miraba a ambos, eran hermosos,

se rió ante el comentario de la pelinegra, que apar

y la verdad ustedes dos están hermosas. - Kaelyn puso los ojos en blanco,

eza de ella es ser desconfiada. - Andrew no podía quitar la vista de la pelinegra, era div

res en busca de compañía - dijo alzándose de hombros, Kaelyn supo que decía la verdad, había aprendido a leer a la gente, no

iendo, Andrew sintió como el corazón le latió frenético, se

an? - Connor preguntó

rdaderos nombres, Callie no pudo carcajearse al oírla, siemp

y mi amigo aquí pres

- Un camarero lleg

-Infused - pidió Kaelyn,

l de ella - dij

Manitoba Made

ttan - El camarero apuntaba e

as mixtas - Andrew no era de los

de ellas, o bueno de la castaña y aunque Andr

de nosotras, así que lo que hagamos en nuestras vidas cotidianas no tiene porque saberlo n

pensar - Kaelyn se alzó de hombros y sonrió pícaramente. El camarero llegó con las bebidas y las bocas, ellos empezaron a comer y beber, la música empezó hacer más movida, por lo que Con

daño, a pesar de ser tan... descarado y alegre es

Y

de pies a cabeza, estaba increíblemente sexy, ese maldito vestido se le pegaba a sus increíbles curvas, sus pechos resaltaban hermosos, pero no pudo evitar maldecir cuando ella empezó a caminar