El Amor Amargo

Gema, pero se preguntaba porqu

sto es un malentendido, podem

la verdad es que por dentro era un solo lío pensando cómo iba a soluci

s salvajes, y esto si era suave con el castigo, en el peor del caso lo mandaría a vivir a l

todo soy tu primo y que cualquier casti

Me harás enojar antes que comiences

astigar no lo hagas, si están presen

así que deja de darle vuelta a las cosas y habla ¡oh! No me

na tercera vez, es mejor que te

rás en aquel hotel, ¿recuerdas

el pasado con el hecho que ahora estés ca

as llevado para hacer negocios, y que esas

ento al baño, cuando una mujer me confundió con un p

para pasar la noche con ella, pero la joven se veía

para la pobre chica, pero cuando regresé ustedes

guías con el efecto de lo que sea que te

n mi restaurante favorito, cuando me fijé en la

bién exponían unas fotos de su hermana mayor donde decía q

e decía con el ceño fruncido Axel a su primo que poco a poco le quitaba más la pa

continúe y en

s era Gema y tú, aunque solo ella se veía

lacé con su hermana un día antes de nuestra boda,

quien se encontraba tan molesto que le dio un golpe

ar su aliento, el cual con tanto esfuerzo le estaba

ya lo había golpeado tan fuerte, no creo salir vivo de aq

antes de que termine de contar la historia, así que espera y me das mi castigo, per

te para llegar a la iglesia y contarte, pero cuando ya estab

ta que no era otra que Gema, luego de varios días allí, y sin

darla porque me sentía culpable

dieron la noticia que e

tento a que su primo no lo quisiera golpear de

ida y estuvo en el hospital

en ese momento? Le decía Axel, quien se encontraba completa

? Espero y tengas una muy buena razón para qu

una razón para

o con cualquier mujer, sino

mó que allí no contaban con el equipamiento nec

e trasladad

sladada y que había despertado,

decisión de tomar el tratamiento aquí, y yo también decidí qu

l límite de irritabilidad y que en cualquier segu

ba Axel para ver cómo su primo habí

del accidente con un primo mío, que podía ser que el

que tenía mis dudas, y ella no recordaba nada tampoco pa

or qué no la llevaste de

que no era necesario buscarte, qué si lo de ustedes s

establecernos aquí y hacer nuestras vida

do sentía de nuevo otro golpe. Pe