Amada por un hombre poderoso.
ual invitada. Todo estaba vació, solo para ellos dos. Los empleados del lugar los atendían como qu
sica entre las piernas y la mochila cerca de
sta lo
ioso." Se inclinó hacia adelante para decirle aque
ue ella hubiera entrado a robar o que, a lo mejor, se paró en la puerta a pedir, pe
muy difícil de conseguir a menos que fueras alguien conocido, como lo era
ada muy triste, llena de miedo y dolor, como quien sufre mucho, hasta Alejandro sintió una pena repentina al ver aquella expresión en aquel sucio rostro. "Hay un amable cocinero q
dejaba de s
arías su
no solamente le agradó la comida que ese hombre le dio, sino que su acto fue lo que la impresi
e pediste? ¿Recuerd
ue era algo
e pediré algo rico. ¿Quieres irte
Una camarera le indic
us uñas estaban muy limpias. Aunque su corazón tenía miedo, sabía que aquel hombre importante no l
ica lo que él quiera, ¡porque no
staba cubierto. Tomó varias servilletas y las
n al quitar el sucio de la cara de Ariel. Tomó más y continuó con su labor, hasta que
y comenzó a quitar los
de forma clara el
ue había un pequeñ
a, aquello no le incomodaba pero estaba en un lugar muy elegante y aunque no p
parcirlo por sus axilas, cuello,
, estaré
baño con u
porque Ariel llevara el rostro limpio, sino porque las marcas blancas que estaban en s
un enorme platillo humeante frente a su silla. Se sentó d
o no tenía ninguna comida para él. Tomó el tenedor que había en su lado y se lo ofreció. "Ten. Yo comeré con la mano, puede
árselo dos veces, ella comenzó a comer, utilizó el tenedor porque aquello estaba muy caliente. "¿Eres mayor de eda
Respondió con la bo
ber que era
tu nombre
l Sán
común. Quiero ofrecerte algo. Pe
bién Alejandro miró en esa dirección. La mano de Ariel se acercó de forma lenta hasta
edo darte mi tesoro. Busca una para ti, esto
r la risa, pero es que ca
itaré, es otra cosa la que quiero. Necesito que me hagas un favor. T
a reír a carcajadas ante las ri
l hombre, ella comprendió qu
opuesta de la que él le habló
e tienes frente a ti? ¿Por qué tendrías
odría ser la camarera o cualquier otra mujer, pero ya te elegí. As
eso que m
de mi mano. Te daré todo cuanto quieras. Seré muy generoso contigo, Ariel. Solo
o ofrecía solo por una esposa, sería muy estúpido no aceptar,
, no me parece muy sinc
osa, ¿qué es lo q
necesito, pero creo que un esposo no es. Elige a l
ajó la mirada y se arrepintió de contradecirlo. "Ya te expliqué, Ariel. Te elegí, serás mi espo
pensaba en matrimonio, pensaba en amor, por lo que la idea de esta
no teniendo ni que p
ión no er
gue amarte, pero te daré muchas cosas de mejor importancia que