La isla de eudamon
empotrar el gran reloj que coronaba el altillo de la mansión. Inmediatamente después, cinco ancianos de estatura casi idéntica todos con rasgos y atuendos indígenas, entraron en la casa y sub
a pequeña pieza de metal gris, tendió su diminuta y delicada mano, y colocó la pieza dentro del mecanismo del reloj. Los cinco ancianos y el hombrecito de blanco miraron el reloj durante unos cuantos segundos