Teach Me Math, Baby
yli
a proponerme algo como eso si perfectamente sabe que es ilegal y prohibido. No es algo que se
e esa manera como lo hizo él ayer. Esto me asusta, me asusta demasiado, ten
rá algo? ¿Podría ser capaz de...,
do me dejó claro que no aceptaría un 'no' por respuesta. ¿Entonces esto
cerlo. No quiero
tanto
*
o, lo sé gracias a que la alarma
una o dos horas, a lo mucho. Sus palabras rondaron en mi cabeza toda la noche im
er su atención..., pero no d
casa y enseñarle matemáticas o lo que sea que quiera que haga. Solo quiero esconderme en estas cuatro paredes y no sa
o que hacerlo, no puedo faltar a clases. Igual si estamos allá, él no podrá hacerme nada porque es
do, toda la noche prácticamente. Finalmente he llegado a una
conocer hace escasamente dos semanas, sin mencionar que es mucho mayor que yo. Pero también sé que no me gustarí
egara a pasar, lo cual espero que no pase. No sé por qué se arries
ue no dudo que quieran estar con él. Ellas pueden darle lo que tanto quiere, ellas pueden hacer lo que él quiera que hagan. No entiendo por qué me pide a mí h
ga
odría hacer lo que se le plazca conmigo. Eso de las clases era solo una fachada que escondía sus verdaderas intenc
Cuando dijo que le gustaba que fuese tan inocente, se refería a que soy demasiado ingenua y no me di cuenta de nad
cer esas imágenes. No quiero pensar en eso.
*
fin del mundo estuviese pisándole los talones. Las clases ya han terminado y no creo que haya rendido muy bien. No
n carretera, temerosa por pen
re, tengo que salir en cualquier momento y él estará allí esperándome para llevarme a su casa a "estudiar". No quiero ni pe
Observo hacia todas direcciones, pero no lo encuentro, no está, no hay
ro que haya sido eso, así podre postergar esto y no decírselo aún. No creo que esté lista para lo que viene. No
mis espaldas. No necesito ser un genio para rec
de emociones que tengo acumuladas desde ayer,
a, a lo que asiento-. Ya todos se
cierro segundos después al darme
a?- Ofrece-. ¿O tu primo vendrá po
pesado se asienta en mi estómago. Brent pareció notarlo ya que me pregunta por enésima vez en el
o quiera hacerlo, sino p
a mañana y...- Suelta un suspiro
sa para tratar de convencerlo,
lo que sea, sabes que puedes confiar en mí, de a
ito decírselo a alguien o voy a enloquecer. Necesito que alguien me escuche y me aconseje para hacer lo mejor. Necesito un abrazo
ón profunda en un intento por relajarme
gunta, angustiad
e siento cómo el temblor se apodera de mi voz y mis ojos comienzan a es
egunta, ansioso, más
edo ha
esperado, por encontrar una
o pu
gelarse. Mi estómago se revuelve y mi corazón late demasiado rápido, tanto que
desconcertado por la si
ada sé que sólo me está retando. Noto cómo su ceño se frunce y su man
usto ahora? ¿Qué hago? No puedo contarle todo a Brent mientras él está aq
erio, dejando detrás mi temblor inter
y confusión-. Pero me dijiste que n
al lado mío, y noto cómo su boca se curva en una sonrisa casi
er
e digo, con el mismo to
o por la ventanilla como ellos conversan, puedo notar la preocupación en las facciones de Brent e inmediatamente me sient
la de seguro lo haría si se lo contara, sé que me aconsejará a hacer lo mejor, pero por
su expresión y no me gusta del todo. Solo espero que no le preste mucha
e y lo pone en marcha, sa
conducir. Está hundido en sus pensamientos y yo sólo quiero saber qué lo intriga tanto en este momento, pero tampoco me atrevo a romper e
omo él relaja su cuerpo que ha permanecido tenso d
eguemos, ya quiero decirle que esto se termi
ija sobre mí, esperando una respuesta, sin embargo, no contesto-. ¿Sabes que puedo meterme en problema
menores entonces debió fijarse en alguien que fuese 'legal', no en mí. Debió de
tratando de sonar determina
e inquiere con sátira-: ¿Mi problema?- Asiento con la cabeza, so
color a verde y Harry
l fue el que me orilló a esto. Yo nunca quise que las cosas se desviaran a ésta dirección, yo nunca quise que é
tenso una vez más, pero ahora ni é
a salir. Acepté el gesto ya que no quiero hacerlo enojar, aunque de seguro lo estará en unos minutos. Entramos a la casa y
o de visión. Noto como su ceño se frunce al
mo en su voz. Trago duro debido a la cercanía que ha interpuesto e
los tirantes de mi moc
ace, sus manos se posan en mis antebrazos y siento como comienza a acariciarlos. Al instante una corriente eléctrica recorre mi cuerpo. Se me es d
stos me recorren de pies a cabeza. Una sonrisa torcida se dibuja en su rostro cuando v
ca no saldrá palabra alguna. Su sonrisa se ensanch
algo me dice que es más como una afirmación, c
ntrecortadamente. Me está costando sopor
o.
. Hablé tan quedito que dudo que me haya escuchado bien, pero aun así no me atrevo a repetir
y corro hacia la sala de estar. Noto como se gira hacia mí con lentitud y me mira con extrañez, pero a la vez
leje, pero no funciona. Vuelve a tomar su posición de ante
hacia mi lugar previo-. Ven aquí, Marylise, no huyas- Pid
lta un suspiro cansado y noto como aprieta su mandíbula con fue
n genio para saber que su tono de voz comienza a inundars
sí. Me siento indefensa y estúpida. ¿Por qué
no?- Pregunt
le que me deje en paz, quiero salir huyendo de aquí y no volver nunca más, pero soy tan cobarde q
scocer y mi labio infe
-n
a un poco pero me sigue mirando de la misma manera. Su estriden
respuesta-. ¿Por qué no?- Habla fingiendo extrañez, y con un tono de voz más s
uiero- Apenas
a. Suspira pesadamente otra vez mientras pasa una mano por su cabello
ué?
o no lo v
el gran nudo situado en ésta y me atrevo a decir-: P-pero tu prometiste que no me o
su risa sin humor. Se me eriza la piel por completo con el sólo hecho de
que soy algo malo c
Qu
pensar con claridad. En un efímero movimiento, corro hacia la puerta y giro de la peril
ogado cuando sus manos se apoderan de mi cintura y mis caderas fuertemente, las
hostil y temible. Ahora estoy más aterrada que nunca, me di
un musito, mientras unas lágrimas calientes
osa debido a las lágrimas, pero soy capaz de percibir como de repente su expresión cambia de áspera y
su agarre en mis caderas, pero yo m
camente, un sollozo brota de mi boca. Sisea cerca de mi cuello, pidiéndom
suplico, en un murmuro desgarra
tro de las lágrimas nuevas-. No soy un violador, por Dios, no haré nada que tú no quieras... Confía en mí, no te haré daño, pequeña- Esboza una sonrisa que parece sincera, pero no puedo fiarme de alguien como él, por lo menos no ahora-.
repente se enoje y me haga daño de v
sientes algo y te sigues negando a mi propuesta, te juro que te dejaré en paz. Ya no volveré a insistir, ya no volveremos a vernos nunca si eso es lo que quieres, ya no volveré a buscarte y
ar y podré seguir viviendo mi vida normal sin preocuparme por él y lo que pueda hacer. Eso es lo que realmente quiero, pero, ¿y si me llega a gustar lo
me interesas- Confiesa, y no sé cómo sentirme al respecto. Alg
nquiero, apenas
as a negarte?- Inquiere. Asien
u palabra, sobre todo por lo que dijo antes de no ser muy
tar con la cabeza, sólo porque no confío e
Pregunta co
con mi voz aun tembl
nquiere, con
é bien, pero no t
abeza. Noto como una ligera sonrisa aparece en su boca m
toy arre