Pasión Oriental
LES. REALMENTE ESPERO QUE LO DISFRUTEN, SERÁ UN LIBRO QUE TENDRÁ UN POCO
tte
i hermana, muero por algo de beber y es que jamás pensé que en Norusakistan
o, me encuentro con aquel
as o hace más
Ivette, manten
e estremezca, nunca había tenido una atracci
dedico una t
mosa que es?- me pregunta y de i
muchas
i espalda choca contra la pared. Lo veo avanzar hacia mí y comienzo a hiperventilar. ¿qué quiere?- su boca es
a lado de mi rostro, inmovilizándome y negándome una huida, mis oj
ida, sino que es avasalladora, arremete contra la mía sin piedad, arrancándome el aliento. Elevo mis manos y toco su pecho, en la necesidad de asirme de algo
tranquilo, y yo me siento tan descontrolada, mi pecho sube y baja
él se ale
o que no tolero la vergüenza- quiero volver a probar. . . – dice intentando acercars
o la imagen de Bella a mitad del pasillo
to que me mira con ojos enormes,
ocurre algo?-
stoy tan confundida. ¡Concéntrat
ntras me observa como escudriñ
nada, Bella. Yo.
orque pareces tan agitada?-
. Bue
ste y no sé qué decirle. ¿Cómo explicar que
uerdo los labios en un gesto tan mío e
ción a descansar. Sospe
la beso en la mejilla
ir.
que me ocurre esto. Por lo general después de que las beso, suelen arrojarse a mis brazos por más, pero nunca. . . nunca en mi vida, una mujer h
pero maldigo internamente cuándo veo a Isabella, frente a
que mal
to y luego relajo mi ceño, no
ra Excelencia?- l
- con un pequeño dolor de c
es- le digo c
canso, he estado agotada con
en- le digo par
con un suspiro.- ¿
a Ivette- le digo llanament
diato. Fija la vista en mi - ¿se puede sabe
fieres?- la m
, agitada y evidentemente a
ada- miento d
que ocurrió
reocuparse, Fu
mas, Zahir. ¿Qué
pes- le beso la mejilla con
ma, así que me gi
¿
no toleraré que la lastimen. Ni siquiera tú- Isabella me dice aquello con
estra reservada y confundida. Mañana será la boda
tte
illa, Zabdiel e Isabella, se ven felices y yo estoy feliz de que Bella al fin haya enc
a furia dentro de mí, y eso se debe a que "Su Alteza" se h
e ser tan
mente es cierto todo lo que dicen; Zahir Amir Mubarack Maramara, no es más q
ir.
ría pasar la velada con Ivette, pero ella no ha dejado de enviarme miradas furiosas que encierran un mudo reproche y sé que se debe a que he estado
, yo camino hasta dónde está Ivette, qui
en tono seductor. Ella se gira y me m
lteza- repi
llamarás p
dice c
. . ¿qué te tie
e las mujeres más felices del mundo, mi amiga ha hecho
se ha casado con mi herma
tos- me dice con voz dura- gracias a Dios- aquellas palabras me hieren. Sé que no somos iguales, él es mejor
ndola del antebrazo, frunciendo el ceño. No
petírselo- se suelta de mi agarre, dando un fuerte tirón a su brazo
mi afrontar que tendrá que irse en algún momento, pero sé que es lo mejor. I