Las amantes del Señor Garret
no dando zancadas para poder seguir
después vuelve a su mesa con la más absoluta cara de poker. Ni una sola mueca o signo de
me proclamara suya como si fuera el perfecto prí
s y me empuja dentro. Entiendo que esté así, me acaba de pill
res.- escupe arr
nuestra relación funcionaba o no, debería haberlo dejado si no sen
e ni contestas?.- pregun
aga por otro camino que nada tiene que ver con los de Toni. Recuerdo sus manos, su
la pared, puedo ver la ira en su
nada?.-gruñe apre
o tenía planeado.-cuando no hay defens
eado. ¡entonces
e apoyo las manos para no chocar con la cara. Nunca lo había visto en este estado, realmente está irrec
a es la de Ian, en la mesa de su despacho con alguna mujer que no soy yo... en el b
nta de que lo nuestro no funciona. Es mejor que te
a me dejas?.-cada vez ha ido levantand
o habría pensado de él ni en un millón de años. Levanta la pierna para estrellarla contra mi tripa con tal br
mine pronto y se vaya, por favor. Está irreconocible, él jamá
untos y los t
e asustarme. Su cara es una mueca cambi
lárgate
y b
me estrella contra la puerta del comedor. Ese movimiento no me lo esp
escuchar todos los vecinos. Ignoro el dolor, camino rápido hacia la puerta y
terminado con Toni. Solo era un peso sobre mi espalda y
e la cara está colorado igual que la parte del estómago dond
ha y disfruto del agua calient
la toalla, abro el armario para buscar el pijama y sin darme cuenta comienz
le hacerlo raras veces, pero tres jamás ha oc
eran rojeces hoy se han convertido en grandes morados. Cuando la adrenalina se fue de
do. Necesito una confidente a la que contarle todas
iraste a tu jefe y Toni
act
íe.- ¿y esos golpe
egue pero, para él fue un momento muy duro y creo que no supo afrontarlo de otr
importancia.- digo
i no quieres denunciarlo vale, pero
lo pr
i jefe. Se que Ian no quiere nada con nadie, se que para él solo es sexo pero creo