Diosa de la Muerte
ños
ometiste que hoy lo ibas a h
no puedes obli
ora y entonces lo supe, me iba a obligar, ella estaba decidida a que yo lo hiciera, aunque fuera en
amenazo mientras me perseguÃa - dale, va
o, estaba cerca ser libre, gire el pomo de la puerta, a ta
sbianas, desde la cocina las
ó en el medio de la puerta, obstac
estoy obligando a Hela que se bañe, p
na y media, pero es que con estas temp
estas de bajón porque el bobo
me importa, al final
a oficial y terminó regresando con la esposa. Por e
areja, hoy no tengo tiempo -nos interrumpe
éteme que no vas a hacer ninguna
sa su frente y luego besa
hermano de mi mejor amiga, y la verdad no estarÃa mal, es alto, de pelo negro como su hermana, cinco años mayo
de niños. Nuestros padres se mueven en el mismo ambiente de polÃtica. Asà que los tres fuimos al mismo Internad
le dijiste
últimamente, sale y nunca se dónde está, hay noches que no regresa a ca
de los jóvenes terminan involucrados en algo ilegal. Y aún más si son como nosotr
hico, no se mezclarÃa con ese tipo de g
e por fin regresas al grupo de las personas
o quiero salir de
nmigo y no hemos salido ni tan solo una vez, las clases casi comienzan y ya llega el año nu
lo que me quieres a mà de sujetas velas. Pero acepto, como
pras. Dos horas más tarde estamos entrando al re
señoritas en que
ese traje se camarero. -sonrÃo ante el descaro de mi amiga,
e lo esté viendo, se acerca y la be
do una bandeja llena de jaras de cerveza que recogió de la mesa de tras de la
despidiendo de este trabajo si
e hace caso. A veces pienso que
o, si lo tr
lo da a d
ira a ver si no
luche de un metro y un carrito con un pastel. Se ace
ocho mese
o de las mesas aplaudieron y los felicitaron. Minutos después, el tubo que regresa
lveme
está chulo y
regalaron a
me regale peluches, asÃ
propios peluches y
medà mi fuerza y terminé halando el oso hacia mà y chocando la c
ato, poniéndome de pie para enfrentar a
s y una sonrisa tan hermosa, los bellos de mi piel se erizaron al sentir su mirada sobre mÃ, y sentà hasta mis piern
da, pero ultimo que esperaba era recibir u
, como sus compañeros vestÃan trajes de marca caros, (lo sé porque los pude reconocer por mi afición a la moda.) inmediatamente me volvà a
ido, no fue mi intención pega
piernas dejaron de obedecer al llamado del celebro, que le ordenaba no parar de caminar. -perdona mi imprudencia, pero no
irle o contarle la verdad, pero teniendo en cuenta que
comprármelo. No todas tenemos un prÃncipe azul c
a él, era como un imán que me tenÃa prisionera. Volvió a sonreÃr, habÃa algo en su sonrisa que indicaba peligro, pero q
iempo que sus compañeros se levantaban de la mesa, luego, como si hubiera olvidado al
cipessa- agregó - no sabes quien