mafiosos despiadados
abrir los ojos, busco debajo de la almohada y envuelvo el brazo de la silla que desarmé h
mi hombro y me sacude. "Despi
con los ojos entrecerrados a la niñ
oma mi mano y me lleva
frágil abuela, quien prácticamente me arrastra por el pasillo y por dos tramos de escaleras hasta que llegamos a la cocina. Diego no pone guardias d
"¿Ves ese camión? Se van en veinte minutos. Diego está enviando drogas a los italianos en Chicago y me
ras me apoyaba contra la pared con la otra en caso
é que ese hijo de
na.
de tus amigos estadounidenses de tus estudios. Diego
cuando llegue allí? Olvidé mencionar que tampoco ten
, te ves horrible. Pero a
s pantalones cortos y mi camiseta en algunos lugares. Para cuand
gusta
, el c
aigan las lágrimas cuando Nana me arranca el pelo hasta la cintura hast
n Liam O'Neil", dice ella. "Él puede ayudarte
le dice a Diego que estoy ahí? Mi padre hizo negocios con los irl
de "Bastar
garse. nadie má
os falsi
se envuelven alrededor de mis pies descalzos.
madita en el hombr
rra un puñado de tierra y comienza a untarme los brazos y las piernas con la t
" Ella
erpo se siente como si alguien hubiera succionado toda la carne de él, dejando solo piel y huesos. Definitivamente me
la pone en las manos. Algo de comida y agua. No me atreví a
alo el aroma del suavizante de telas y las galletas. Me recuerda a
ella suspira "Vamos. Baj
rastra hacia la camioneta estacion
uctor y deja caer su cigarro al suelo.
mpuja alrededor del conductor. "La perra
el esfuerzo de tratar de mantenerme erguida. Me agacho detrás de una de las cajas y me giro para mirar a Nana Guadal
de, el motor r