El secreto del Mafioso
r que pude para mantener un exterior tranquilo, a pesar de que mi interior se estaba volviendo loco por
do de esto, Señora Prince?- Nate preguntó mie
rente a mí, su mano se apretó en un puño apretado. Realmente no sabía qué decirle, quiero decir que él era el dueño d
do de esta carta es que quiero renunciar a esta
estremecer internamente. Me mordí el labio, tratando con todas mis fuerzas de no hacer algo estúpido como caer
e podrías renunciar a m
odía hacer. Era mi vida, mi trabajo, y nadie me decía cómo man
go con mi vida, y definitivamente usted tampoco. Quiero renunciar a su compañía, y eso es exactamente lo que dice la carta, ahora si ha terminado con su rabiet
vayas, porque cariño-, dijo y caminó hacia mí desde detrás de su escritorio hasta que se paró a escasos centímetros de mí,
aba a este tipo? ¿Y por qué demonios estaba actuando así? No p
echo como ser humano hacer lo que quiera. Y... y dejaré est
idas salir por la puerta, tendría seguridad aquí que estaría arrastrando tu lindo trasero a
biertos, el miedo era evide
o incumplí ningún contrato y no puedes
laro que puedo, flor. Soy el jefe después de todo. Toma esta carta de renuncia y quémala, y sigue trabajando para mí
chantajeand
a en los brazos. Entonces, de repente, se detuvo y se acercó a él pasa
vides esta carta de renuncia, y continúes con tu trabajo, o puedes sentir la frialdad de Esposas alrededor de tus delicadas muñecas-, acarició m
ios
hacia su escritorio, luciendo totalmente en control, y no despeinado en lo más
o. Juro por lo mas sagrado que
ara mi querido jefe. Tuve el impulso más fuerte de envenenar su café, así que la próxima vez que se despertara estaría a dos metros bajo tier
ente sería mucho más feliz. Además, es tan peligroso; peligros
vida. Aunque, quería matarlo po
o sabía era que cuando tomaba una decisión sobre algo, me
sta empresa. Y renun
a porque me controlen y mucho menos