El secreto del Mafioso
Laura?- Alanna pregunt
ientos veintitrés por ciento seguro-, respondí
sto, Laura? Quiero decir, Canadá está bastante lej
ondí mientras continua
edes huir de Na
la cremallera. Luego se dejó caer en la cama jun
ir de él-. Lanna declar
, voy a cambiar mi número. Te enviaré un mensaje de texto con el nuevo.
decidido a huir? No es más
es lo mejor que pu
qué?- Lanna
tipo es el epítome del peligro y, sin em
a. -¿Extraño cómo?- preguntó, ansios
llina...- le dije, luego queriendo darme una
r. La miré, pero ell
imas corrían por su rostro, hacie
nte lo que dije, no
.- Alanna
me había hecho sentir así antes-.
mer chico que te hizo sentir algo más que amistad o simplemente nada; y si me preguntas, es
o audible. Pero es pel
ue la vida pasará y te darás cuenta de que nunca hiciste nada divertido, nada aventurero, nada arriesgado. Y ahí es cuando t
ro ¿se sentía de la misma manera? O solo fui yo quien sintió hormigueo. ¿Qué pasaría si le diera una oportunidad a esto? ¿Cuál sería la garantía de que tendría un final feliz? ¿Y si N
mientos llenos de Nate. Estaba a punto de t
uélveme es
propio jefe-. Lanna dijo descara
ono y abrí la aplic
30 am en punto,
re. Sólo ocho palabras. Maldito sea ese hombre, iría como el infierno. ¡Decir ah! Lo bueno era que me iría en un
s sonriendo?-
n Canadá antes de las 5:30 am-, me eché a reír, -Oh , eso es rico. Lástima, estaría en Canadá, ex
rá es furia, Laura-. Lanna
ya es hora de que se dé cuenta de eso-. Respondí y me puse de pie. Agarré mi maleta y mi b
que tenga mi nuevo número allí. Y por favor, bajo ninguna
mensaje de texto, y no te preocupes, mi
al taxi y nos dirigimos al aeropuerto. Revisé mi teléfono y vi el mensaje de Nate devolviéndome la mirada. Por un segundo sentí
ndole que estaba en el aeropuerto esperando mi vuelo. Inmediatamente respondió diciéndome que estuviera a salvo y que me cuidara. Suspiré, las lágrimas nublaron mis visiones. Realmente iba a extr
seguro. Respiré aliviado cuando la voz de la mujer crujió a través del parlante llamando al p
ó que apagáramos nuestros teléfonos celulares. Saqué mi teléfono celular de mi bolso, lo
te, para