PRINCESA DEL ORIENTE
ho de la francesa, arrojándolos a la miseria emocional. Se sentía terriblemente mal, ver a Nael con tanta tristeza en los ojos, ver a Vanessa sumida en aquel
sacrificaría por la felicidad de su amiga y su hermano, ¿por qué sencillamente no nació hombre?, aquell
usto de todo, era que el amor de dos jovenes que se amaban tan a
ó con
il, y realmente odiaba que Haleine se hubiese salido con la suya— suspiró— haber acorralado a Nael hasta dejarlo sin opciones más que acceder a su capricho, le resultaba algo tan vil y despreciab
ma, se sorprendió cuando Drew apare
— la saludó
zón acelerado al verlo sentarse en
duele ver así a mi hermana, te juro
por placer, yo misma me encargaria de arrancarle los ojos si lastimara con premeditación a Vanessa— se acomodó junto a él— él está sufriendo tanto o peor que ella, porque sabe
a y para colmo de male
s, Drew cómo hipnotizado se acercó un poco a ella, con la mirada fi
abios, la tomó de la parte trasera de la cabeza, lo que le permitió profundizar el beso y deslizar la lengua dentro de su boca, Isab
rd
lo
e hacía encender más su piel, gimió cuando él elevó su camisa y acarició su desnudo abdomen, una sensación de electricidad recorrió su cuerpo. No, aquello no era Norusakistan,
a tocando, la
, separando su boca de la de él, y luego
, yo
el tono de ella, se apartó, entonces Isabdiella salto de la cama poniéndose en pie— ¡No
y llegando a la puerta, la golpeó con fuerza, sintiendo frustración.
ldi
*****
mientras su mente estaba a millones de kilómetros de aquella habitación
jo convencerlos para que desistieran de sus ideas. Nada lograrían con golpearlo, y eso solo la haría sentir peor. Así que logró arrancarle a ambos la promesa de que no se
¿Que d
ew. . . él. . . me beso y. . .yo sentí
ella caminó hasta la cama, pasándose unas temblorosas manos por su despeinado cabello. —¿Qué
l se metió a
tarlo!— dijo Vanessa en
muy nerviosa— ha vuelto a besarme
e? —preguntó
sto, soy un
o como una chica más, pero, no estás en tus t
si estuviese en Norusakistan. Y entonces los besos. . . fueron mas. . . profundos— estaba aturdida intentando explicar la situación mientras hacia gestos desesperados con ambas mano
o o, que no lo sientas con el doctor?— Isabdiella moriría de vergüenza. Su rostro estaba mu
turbado Drew.—Debí suponer que estabas aquí— pasó una nervios
ar contigo— le
lo que estaba sucediendo entre ambos, porque estaba muy convencido que e
to, pero Isa no tie
nessa. Esto es ebdiella, quien avergonzada bajó la mirada— Isa, no es igual a Cintya, ni a ninguna otra que hayas frecuentad
one que era él?, ¿un canalla?, ¿
ndolo. . . bien, quizás no defendiéndolo, sabía que se había extralimitado, de